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Zalo Suarez

Back to list Added Feb 27, 2010

Critricas de la obra

SUáREZ, GONZALO

“Puga do noso Ourense enxertada no Vigo de todos os dinamismos, a pintura de Gonzalo Suarez amóstrase hose no Ferrol racionalista e lírico de Xoahana Torres. E en Ferrol saberá apreciarse, sen dúbida, esta plástica na que os espazos son medidos con sabio canon das proporcións mellores, na que a figuración de formas redondas é definida por un debuxo de forte singularidade, facéndoas nítidas e abarcabeis, e na que, en parte, se amosa unha abstración regulada e feliz.O manexo da color, en planchadas xenerosas e limpas, fala a lingua básica do ocre e das terras, mentres a materia, ben disposta, compórtase conhonradez que nos convence. Pero nada máis lonxe da frialdade nocional que estes cadros que descansan en equilibrio sobre a trabe de ouro do seu sentido profundo: ao contrario, neles hai emoción retida, vivencias represadas que o artista sabe contaxiar a un espectador que pode, asi, entrar nos seus interiores e aló facerse tamén pintura. Madurez, densidades de sentido, potencia íntima: isto é o que Gonzalo Suarez ensina hoxe en Ferrol.”

X. L. Mendez Ferrin, escritor sobre a serie: “En torno ás Mazás”. 1997

“Cruces, pois, unidas aos máis antigos e intrépidos mapas do cosmo; cruces que arden, cruces que dimanan de entre as augas; cruces vermellas e negras, como pantamas da noite; pero con elas, cruces de nítida claidad;cruces que seducen, que intrigan, que fascinan...todas xorden, en perfecta harmonía, nesas ensoñacións que Gonzalo Suarez nos regala, afiuzado, en forma de pinturas meigas. Porque nos cadros que hoxe podemos contemplar, Gonzalo trazou eses sinais cruciformes que ben poderían ser estrelas, rúas que dan a otras rúas e prazas xanelas, mastros e velas inchadas... ¿Cómo non experimentalas, daquela? ¿Por qué non deixarse mergullar no engado? Figuración e/ou expresionismo;collage e abstracción... que ninguén lle poña cancelas á tensión, a esa paixón do artista por explicarse e explicarnos algo tan fondo, tan persoal e colectivo, ao tempo.No ronsel dos trazos albares, pleno de donda madureza, un chega a pensar que, se cadra aí mesmo radica algo fundamental da postura actual de Gonzalo Suarez: se a primeira arte procede da primeria relixión, volver é cruz ben pode ser volver as orixesm indagar no tempo: e indagar aí e, de contado, indagar nas cores, nas tersuras, nos matices, nas avinzas....
“Logo das mazás, as cruces. A cruz xurdía da cerna da mazá no último cadro da anterior xeira de Gonzalo. E é como se todo o sensual, todo o carnoso se inmolasen para arder num lume que se ergue cara espacios nos que morar por sempre.. Con método certo, con técnica firme Gonzalo Suarez pintou ese cruceiro final onde atoparnos anós mesmos: castigo e vida, noites e días... sinais de sempre e para sempre que nos enchen de ledicia cuando se transforman nunha arte, a de Gonzalo Suarez, que sabe engaiolar, ventureira.

Xosé Ramon Pena, 1997, escritor e xornalista de Faro de Vigo. Catálogo “As Cruces de Gonzalo Suárez”.


“Gonzalo Suárez, artista orensano de quien hace poco hablábamos de su primer premio de pintura, realiza en estos días una completa exposición en la galería de arte Abracadabra. Lo que muestra en esta oportunidad son sus experiencias con la línea y el claroscuro apelando levemente al color en una que otra obra, algunos pequeños pasteles que, con trazos espontáneo y muy bien entonados, poseen el suficiente misterio como para no recordar lo tradicional, sino que se sitúa en un plazo de búsqueda. En cuanto al resto de la obra que son mayoría en ellas, podemos diferenciar dos caminos que brindan las tintas y los collages, estos últimos en una síntesis formal y colorística y con una increíble exigüidad de medios. Sobre una base de soporte negro hace vibrar el color, en una forma –intencionadamente torpe en su recortado- trabajaba en papel de embalar y completada con carbón y tiza blanca en leves sugerencias dibujísticas. El contemplador se siente atrapado en la magia de esos elementos tan insólitos –por no tradicionales- que actúan por sí mismo, y las sugerencias temáticas (un chaleco, un perro, un caballo, un bodegón, una cabeza, etc…) que por otro lado no evitan trabajar visualmente en el contemplador. Un papel arrugado que no deja de serlo, pero que también es una figura.
“Gonzalo Suarez he llegado aquí a una libertad conceptual que le permite jugar con elementos de desecho para lograr una imagen totalmente distinta, pero sin desdeñar un control sobre lo que surge en su obra, ese control que le permite llegar a una perfecta organización (invevitable en una obra seria) que es el mínimo de técnica que se le puede pedir a un artista.En sus tintas en blanco y negro usa texturas visuales logradas con aguadas e improntas de trapo, papel, etc…, que le permite una extraordinaria riqueza de la susperficie, en unas formas que se reiteran como si fuera el , que sin embargo, encuentra siempre una posibilidad de variación.

Castro Couso, pintor. La Voz de Galicia, 1983.

“Hoy en dia es rara la sorpresa en cualquier ámbito de la vida cotidiana, pero si nos referimos a lo artístico la sorpresa es sorprendente.
Con la cantidad de Ismos, Post.Ismos y Neo Ismos, que se amalgaman en este final de siglo, es fácil que el espectador atento a lo que acontece en el mundo del arte, esté màs que vacunado como para dejarse sorprender.
Por esto, cuando surge un artista de sorpresa, uno se fascina rápidamente y, como una hormiguita con las antenas listas para que no se nos escape el más mínimo espacio, nos aventuramos en un intento de recorrer todo ese territorio difícil y comprometido con la realidad que es la pintura de Gonzalo Suárez.
“Gonzalo Suarez nos muestra en Studio 34 toda una serie de pinturas, la mayoría de ellas monocromáticas (el blanco, el negro, rodeados por toda una corte de grises, que no quieren faltar a la cita), en donde no hay lugar para esos espacios decorativos, que hoy tanto se ven y tanto se venden..."
“Estos cuadros sin concesiones a la estética de lo bello, me recuerdan a ciertas pinturas en blanco y negro de Robert Motherwell, en la serie “Elegía a la República Española”, o aquellas otras también en blanco y negro de Franz Kline, de Wotan, Jefe, etc... No a nivel formal, sino a un nivel de ejecución, intención, proceso.”
Gonzalo Suarez en estas obras se coloca en la línea divisoria entre el gesto puramente abstracto y la mancha figurativa.
La superficie del cuadro se presenta llena de manchas de color -y digo color con toda la intención, pues para algunos artistas el color total es el blanco y negro, ya que son la suma de todos los colores- dispuestas para componer una estructura de masas en donde las transparencias, las densidades y la forma las identifica como imágenes reconocibles, que nos llevan a identificarlas con grandes masas humanas que se desgarran en un grito de insumisión y protestas por un mundo (da igual que país sean) inhabitable para el hombre.
Estas obra de Gonzalo Suarez son una expresión, un testimonio de solidaridad con los oprimidos. Están cargadas por toda una emotividad que se traslada desde el autor hasta el espectador.

Javier Blanco Sierra, Profesor de Didáctica da Expresión Plástica, Universidad de Vigo, Catálogo “Realidades”. 1994.


AUTODIDACTA-FRANCOTIRADOR

“Cada cultura está atrapada en sus historias”. La obra presentada
por Gonzalo Suárez en Santiago de Compostela revela la presencia
de una vocacionalidad impetuosa y de la tenacidad de un artista
dispuesto a la superación de los eventuales obstáculos que la intricada y compleja práctica artística y relacional contemporánea reserva para autodidactas y francotiradores.
Audaz, estoico y sin prejuicios reclama la experiencia de la vanguardia
en su alcance de referente histórico. Se orienta desde una cierta síntesis constructiva hacia una estética resueltamente operativa en armonías
austeras de masas y texturas. Claramente obedece a un definitivo y estructurador objetivo; fundir el carácter significante del material con el
espacio concreto y físico de la obra, estableciendo una rica y pertinente relación dialéctica, que apunta a la conciencia discursiva del artista.
Con seguridad se trata de un trabajo apoyado en el valor simbólico
de los materiales y su poder connotativo, presentado con deliberado y pronunciado carácter místico.
Requiere del espectador no solo la pertinente atención, esclarecedora
de las claves de descodificación sino de su necesaria colaboración en el descubrimiento del ritmo poético que subyace a éstas, diríamos que
adopta posicionamientos póvera en la más estricta ortodoxia enunciada
por Germano Celant. Es en esta perspectiva donde alcanza máxima
intensidad y coherencia; desde una mirada próxima al antropólogo o al entomólogo reordena materiales de desperdicio (preferentemente
plásticos y similares de difícil biodegradación) o de poco reconocimiento funcional y de consumo, para construir una suerte de ready-made sub-tecnológico destinado a la redención litúrgica de los materiales que lo componen.
La estructura organizativa de cada obra maneja recursos compositivos autónomos, el conjunto es unitariamente fluido, capaz de dotar a esta exposición de un enorme atractivo, pero sobre todo, de gran coherencia.

Ánxel Huete, pintor y profesor de Bellas Artes en Pontevedra, 2009


Gonzalo Suárez y Lo Simbólico.
Toda expresión formal es significativa. Toda acentuación de un espacio elaborado es a la postre digna de ser admirada.
La diversidad engrandece y la simplicidad acrecienta en muchos sentidos mi visión de la calidad ya que no muchos artistas pueden minimalizar el trabajo sin perder calidad, incluso aumentarla.

He aquí mi postura sobre la obra de Gonzalo Suárez.

Suárez reivindica en su obra el multiposicionamiento estético como forma de expresión multipolar.
Dentro de cierta abstracción, a veces con toques figurativos, a veces con elementos muy del collage u otras muy linealmente compositivas deambula procurando acrecentar la idea de que al ser el entorno una mezcla variada la obra debe reflejar el mismo siendo lo más sincera posible, o sea, lo más diversa posible.

El autor desarrolla cierta poética expresiva en algunas de sus obras mediante la conjunción de texto e imagen. Dicha imagen no tiene porque ser complemento si no que nos puede venir presentada como parte primordial, como aspecto básico en su proceso transmisor.
Estos trabajos suelen ir rematados por un gran conjunto tonal que acompasa y da funcionalidad expresiva a lo representado.

En otras, las más minimalistas, desarrolla todo un proceso cognitivo de elaboración y presentación de lo pretendido cuya finalidad es la transmisión de básicos datos “símbolos” con los que el protagonista de la percepción, el espectador, pueda conformar en su mente el conjunto de ideas que al creador pretende promover.

Suárez sin duda insiste en una incansable búsqueda de formas de emitir lo más fielmente posible, de adecuar técnica, representación y estilo a cada hecho reflejado.

El espacio lo mismo se muestra ingrávido que repleto pero nunca ordenado, nunca estructurado ya que, para el autor esta es la circunstancia social, el desatino que nos acontece y engloba, la clave del desarrollo humano.

El valor sin duda está en la habilidad de Gonzalo Suárez para transmitir datos, para hacer llegar con sencillos significantes todo un conjunto de completos significados, todo un elevado compendio subyugado a unos simples pero muy acertados signos.


Francisco Arroyo Ceballos
De la Asociación Española de Críticos de Arte
2010

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