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Jon Phillipson Brown

Back to list Added Jan 31, 2009

John Phillipson Brown medita sobre la pintura

Jon Phillipson Brown graduated in Fine Art from the John Moores University in Liverpool. He started his artistic career in the United Kingdom and during his time at university had already exhibited in Manchester, Brighton and London in the 90's. Later he dedicated himself to working in the theatre. When the theatre in which he worked closed he moved to Asturias in 2003. He lives in Pola de Siero with his family and takes part in [painting] competitions in localities such as Sariego, Villaviciosa and Siero. In 2009 his painting was selected in the 40th National Art Competition of Luarca and one supposes that this will prove an important endorsement of his career. In 2010 he exhibited in Paris and soon he will show his work at the Costa de Diego Gallery in Oviedo. The current show with Cajastur has visited Mieres and Avilés and will finish its tour here [in Gijón].

Mantiene Phillipson Brown una presencia activa en internet dando a conocer figura y obra dentro de su manera de entender el arte de pintar. Manera curiosa, pues defiende que no se siente ligado a un estilo concreto, que esa idea es romántica y trasnochada. Por el contrario, afirma que escoge estilo y manera según las necesidades del tema y las expectativas del cliente. Vemos, en efecto, que pinta paisajes asturianos (capillas, manzanos, montañas y mar) con pincelada suelta y color «Turner», mientras se dedica minuciosamente a obtener reflejos plateados en la piel de los peces. O retrata a una niña vestida de asturiana con pincelada paciente de pincel fino.

Las quince obras de Muralla Romana versan acerca de la pared, ese lugar cuyas manchas y desconchados permiten ver tantas figuras como en las nubes, que decía Leonardo da Vinci. Aquí emplea una manera casi hiperrealista, sirviéndose de la fotografía proyectada sobre el lienzo para trabajar en directo. Así medita y escoge, centra su observación y descarta motivos. Un trabajo lento, de muchas horas. Pinta mientras medita y medita mientras pinta. Contrapone pintura y fotografía. Niega la foto cuando pinta, mientras la usa como soporte inicial. En la fotografía, como en la vida, hay muchas posibilidades y no todas pueden ser escogidas y desarrolladas. Y este pintor de oficio consumado se identifica con el grafiti insurgente o ilícito rebelde, y lo incorpora a la pared para contraponer el vuelo ancestral de la mano al trabajo lento del pincel académico. Lo mismo hace con el espacio en el cuadro. No hay por supuesto perspectiva alguna en estas paredes ni puede haberla. Pero hay un espacio cierto y sutil que te hace sentir la vibración anhelante de la hiedra trepadora o la torpeza y el carácter grotesco de la higuera. Fascinan las hojas caídas del avellano, tan desprotegido de cultivo amplio y moderno en este paraíso natural. Estamos también ante un pintor culto. Escribe bien, analiza su trabajo y cita a William Blake. Una pared roja lleva pintados con tiza los cuatro primeros números enteros, el tetraktys pitagórico cuya suma es 10, el número de la perfección y del triunfo. No parece casualidad. Donde hay gusto y perfección, el triunfo espera.

La Nueva España de Gijón 14 December 2010

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