Roberto Gutiérrez Currás

Malditos Pintores

Exposición a cuatro manos con el pintor mexicano Alejandro Sánchez Vigil

Del 18 de marzo al 18 de mayo de 2006
Centro Cultural TconT
Ignacio de la Llave núm. 33,
local 5, Plaza del Teatro
Xalapa, Veracruz

MALDITOS PINTORES
o el sino de dos miradas

Por Martha Ordaz

Digamos que es destino y no coincidencia lo que fragua algunos proyectos. Éste podría ser el caso de Alejandro Sánchez Vigil (1966, México D.F.) y Roberto Gutiérrez Currás (1974, Sevilla, España), a quienes la causalidad –que no casualidad– y un poco su sino, reunió no sólo en amistad: también en lecturas plásticas.

ROBERTO
La primera formación de Gutiérrez Currás tuvo lugar en el propio taller de su padre, el pintor Francisco Gutiérrez Pumares, con quien aprendió dibujo, óleo y pastel, básicamente con un estilo clásico. Más tarde buscaría de manera autodidacta su propio estilo, más encaminado hacia una expresión que lo mismo reúne la pintura abstracta, el pop, el graffitti y aun lo figurativo. Realizó también estudios de Técnico auxiliar en Imagen y Sonido y operador de cámara y ayudante de realización. A lo largo del año 2005 presentó diversas muestras plásticas en espacios como el Museo de la Antigua Estación Ferroviaria de Teocelo, la Unidad de Humanidades de la UV, la Galería de la Biblioteca Carlos Fuentes y el foro cultural Caftán Rojo.

ALEJANDRO
Por su parte, Alejandro Sánchez Vigil inició su formación académica en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” (INBA SEP), donde obtuvo la licenciatura en pintura. Actualmente prepara su tesis para obtener el grado de Maestría en Literatura Mexicana, cuyos estudios realizó en el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la UV.

Ambos “malditos pintores” han reunido pintura y literatura en sus particulares miradas. Ambos se han volcado desde hace tiempo en el ejercicio literario, la poesía en particular, un espacio que comparten a manera de taller. El "taller" para ambos artistas no en su mera acepción espacial, sino en el sentido de trabajo compartido, de la discusión, el análisis y el diálogo en sí mismo.

Esta conversación tiene su expresión plástica y bidimensional en la exposición Malditos Pintores, donde presentan una retrospectiva que comprende cerca de cuarenta obras entre los dos. La voz de cada uno posee un timbre y un matiz particular, diferente del otro, y aun así se comunican, hablan entre sí y trasmiten conceptos afines. Los invito a escuchar lo que Gutiérrez Currás y Sánchez Vigil se dicen de pared a pared hasta el 23 de abril en la Librería TconT, ubicada en la Plaza del Teatro (Av. Ignacio de la Llave).