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Vendedor Roberto García López
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Banco de imágenes de arteNací en Madrid en 1964, mis padres eran de la Montaña Palentina. Mi nombre es Roberto García López, desde muy joven dibujaba en los espacios blancos de periódicos y folletos con un bolígrafo "Bic" de color negro, con el método autodidacta de pintar una línea y luego otra, al final el resultado era un poco surrealista, pero con formas y caras reconocibles y muy sombreado.
Ya en la adolescencia dedicaba los viernes y sábados, entre otras cosas, a pintar con acrílicos, temperas, guache,... en un aula de arte en el madrileño club Jara. La actividad la impartían profesores y alumnos de últimos cursos de la Facultad de Bellas Artes .
Quería hacer Bellas Artes, pero no fue posible, no era una opción en mi familia, así que empecé Geología en la Complutense, lo deje al poco tiempo y me licencié en Ciencias Empresariales en la Universidad Autónoma de Madrid.
Mientras tanto seguía mi formación autodidacta, dando rienda suelta a mi arte, pintando caricaturas gigantes, decorados para obras de teatro en el colegio Mayor y en distintas Asociaciones Juveniles y de estudiantes: Castel, Altamira, Radex, Belaña, Colegio Mayor Montalban. También aprovechaba unos cursos de verano para hacer caricaturas en las fiestas y cumpleaños. Para ello utilizaba ceras, acuarelas, y acrílico.
Comencé a los veinticinco a pintar óleo sobre lienzo y acrílico sobre lienzo o papel: cuadros grandes de 150 cm. x 80 ó 100cm. de aquella época son los primeros camiones oxidados abandonados en la naturaleza, o paisajes naturales con un toque misterioso.
Y lo más apasionante ocurrió en la Asociación Juvenil Maestranza de Málaga, donde empecé a colaborar en agosto de 1990, ilustrar y pintar la portada de la revista semanal del club Maestranza, el famoso "GLUP!!" , que se fotocopiaba y se enviaba a los socios por correo postal y estuvo funcionando un montón de años. Dibujo suelto y rápido, había poco tiempo, los redactores terminaban los textos, los leía y los ilustraba. Cientos y cientos de pequeñas ilustraciones realizadas los domimgos por la noche, luego con el método corta y pega maquetaba el A3 por las dos caras.
Desde mis inicios profesionales comencé a añorar el contacto con "la materia", en el trabajo; acababa harto de ordenador, hasta los dibujos se hacían con la tableta gráfica, lápiz óptico. Tan harto y cansado que me escapaba, cuando podía, a los Montes de Málaga y me metía por las pistas forestales y los bosques. recuerdo un día lluvioso, me paré al lado de un charco en una zona arcillosa, cogí barro con las manos y grité amasando la arcilla. "esto si es real". Todavía recuerdo la suavidad de la arcilla, la humedad, el olor a tierra mojada, el aroma de los pinos y los algarrobos.
Con la pandemia del Covid cambié de rumbo y me lance de lleno a rozarme con las rocas, buscarlas conocerlas, probar como se podía trabajar cada tipo de piedra... Puse mi Estudio de Escultura y pintura en un cortijo, rodeado de aguacates, naturaleza, montañas, perros y piedras, muchas piedras.