Oria (2002) Tablo Mañoli Zapirain tarafından

La imagen es una pintura abstracta y textural, dominada por una paleta de colores cálidos y terrosos, con fuertes contrastes que le otorgan una presencia impactante. La composición está organizada en torno a formas rectangulares y bandas verticales que se superponen y se cruzan, creando una sensación de profundidad y estructura.

El color predominante es un ocre o amarillo mostaza que sirve como fondo general y se extiende por gran parte del lienzo, aplicado con una textura visible que sugiere la trama del lienzo o el uso de espátula. Sobre este fondo, emergen bloques audaces de color.

En el centro, una gran banda vertical de color naranja rojizo domina la parte izquierda, con una textura rugosa y matices de color que le confieren un aspecto envejecido o desgastado. A su alrededor, aparecen bloques rectangulares de negro intenso y con una textura rayada o áspera, que contrastan fuertemente con los tonos más claros y añaden una sensación de peso y misterio. Pequeñas líneas y trazos de blanco puro se distribuyen estratégicamente, cortando las formas y añadiendo puntos de luz y definición. Estos trazos blancos también crean un efecto de capas y profundidad.

La interacción de los colores cálidos y los oscuros crea una dinámica visual. La pintura no representa objetos reconocibles, sino que explora la relación entre la forma, el color y la textura de una manera abstracta y expresiva. La técnica de empaste es muy evidente, con capas de pintura que se apilan y se raspan, lo que le confiere a la obra una cualidad táctil y una profundidad que invita al espectador a explorar su superficie. La firma del artista se aprecia en la esquina inferior derecha.

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