Añadido el 11 abr 2018
Por naturaleza cada quien se perfila lo que entiende por arte, cada individuo lleva consigo sus sentidos de orientación sígnica, articulados en el bagaje cultural que se ha vivido. Alternar nuestras máximas de lo que nos ha formado la sociedad preconcebida del arte. No es fácil sugerir una acción o acciones de reflexión de mi gestualidad y posiciones que se asumen al abordar las autopistas del arte.
El esfuerzo sano e inquieto de ELIANA ARDILA BONILLA, se denota en su obra occidental, viseral y desafiante a su máxima plástica, proponiendo la denuncia del acontecer de los tiempos de nuestro espacio geográfico embadurnado, salpicado y accidentalizado de intenciones banales y parias en la redúndate violencia.
Al transformar lo ya existente y que ha prestado un servicio en otra forma de hacer que siga existiendo,
Al desenmarañarnos de la interrelación de textura, color e imagen del tratado del artista, encuentro finalmente su fondo aditivo que sencillamente deja entrever la tolerancia.
ELIANA, traduce el ya existente y sin valor, en un estado de espíritu que va más allá de los límites de lo aparente y lo inocuo en busca de nuevos valores. Sobre un material previamente “seleccionado” aplica capas de pintura al mejor estilo de los “Artistas del reciclo” norteamericano, con la diferencia que Eliana deja rendijas a través de las cuales podemos mirar un poco más allá de los gestual, Unas esculturas dinámicas y a pesar de su tamaño, son de gran intensidad emocional.