Todas las obras de Debora Arango
Debora Arango • 1 obra de arte
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Débora Arango (Medellín, 1910) dio a conocer sus desnudos por primera vez en 1939 en el Club Unión, [...]
Débora Arango (Medellín, 1910) dio a conocer sus desnudos por primera vez en 1939 en el Club Unión, el más exclusivo de Medellín 2 . Exhibió sus grandes acuarelas, entre otras Cantarina de la rosa y La amiga, pintadas en pliegos de papel unidos. Este procedimiento de unir pliegos de papel había sido utilizado por su amigo Carlos Correa hacia 1934 para pintar un desnudo titulado: La maternidad blanca. A diferencia de los desnudos hasta entonces pintados en Colombia, aquellas acuarelas son muy vivas, las poses están llenas de desparpajo, la modelo en muchos casos mira abiertamente al espectador y conserva su vello púbico.
Débora Arango pintó sus primeros cuadros cuando fue alumna de Eladio Vélez en la escuela de Bellas Artes de Medellín entre 1933 y 1935. Al cabo de estos años comenzó a definir sus propios intereses: "Con el maestro Eladio Vélez aprendí de preferencia la técnica del retrato. Cultivé ese estilo con entusiasmo. Pero yo sentía algo que no acertaba a explicar. Quería no sólo adquirir la habilidad necesaria para reproducir un modelo o un tema cualquiera, sino que anhelaba también crear, combinar: soñaba con realizar una obra que no estuviese limitada a la inerte exactitud fotográfica de la escuela clásica. No sabia a punto fijo lo que deseaba, pero tenía la intuición de que mi temperamento me impulsaba a buscar movimiento, a romper los rígidos moldes de la quietud (...). Un buen día hallé lo que buscaba. Los frescos de Pedro Nel Gómez me revelaron algo que hasta entonces desconocía, algo que no había tenido ocasión de aprender (...) los artistas que comulgamos con la escuela de Pedro Nel Gómez, vamos alejándonos de los viejos moldes y nos inclinamos cada vez más hacia la concepción modernista, revolucionaria, del arte destinado a interpretar el anhelo de las masas" 3
Hacia finales de los años treinta, la pintura antioqueña se encontró agrupada .en dos tendencias opuestas, cuyos enfrentamientos irónicos y agresivos pueden seguirse en la prensa de la época. La pintura de Pedro Nel Gómez se calificó de "revolucionaria" y "antiburguesa" y sus seguidores fueron llamados "pedronelistas"; mientras que los cuadros de Eladio Vélez fueron tachados de "reaccionarios", "capitalistas" y "filisteos" por sus enemigos. Sus simpatizantes fueron llamados "eladistas" 4 . Formada entre los valores estéticos de las dos corrientes pictóricas en contradicción, Débora Arango empezó a pintar independientemente en 1938. Desde este año hasta 1940 se puede hablar de un período de expresión pagana; los desnudos de que hablábamos, despertaron en la época una polémica sin precedentes en Medellín, que tomó un cariz político. El periódico liberal El Diario los defendió con vehemencia en sus columnas y atacó la posición del conservador La Defensa, para el cual se trataba de "brochazos lúbricos", "pinturas al deshabillé", "falta de higiene moral", de obras impúdicas "que ni siquiera un hombre debiera exhibir". El mismo periódico desafió a la artista a dejarse publicar "al pie del mismo cuadro con que ha querido conquistar lauros que considera muy marchitos". 5 .
Potada del catálogo de la primera exposición colectiva de Débora Arango en 1937
El Diario arguyó a favor de Débora Arango por pertenecer a "una familia de tradición católica y cristiana (...) conocida por su piedad sin estrépitos y por la noble pureza de su vida". Así mismo puso de ejemplo los desnudos artísticos clásicos localizados en algunos lugares sagrados para mostrar que eran compatibles e invitó a ver la exposición por ser "una excelente oportunidad para aprender a distinguir entre arte y falta de moralidad, entre ética y estética" 6 .
Débora Arango recibió el único premio de la exposición. Los "eladistas" rechazaron el fallo y, en carta de protesta dirigida al jurado, dijeron: "vuestro concepto artístico es lastimoso, y vuestro fallo de unos razonamientos mezquinos y parciales (...). Ahora no sabemos como os vais a defender de la lluvia de desnudos y acuarelas que mañana reclamarán premio, 7 . por SU parte, Ignacio Gómez Jaramillo (1910-1971) criticó acerbamente a la mayoría de los expositores por no ser "pintores profesionales", como sí lo eran en su opinión Eladio Vélez, Carlos Correa, Pedro Nel Gómez y él mismo.
Al año siguiente Débora Arango realizó una exposición en el teatro Colón invitada por el ministro de educación Jorge Eliécer Gaitán. La vanguardia literaria del momento, representada por el poeta piedracielista Eduardo Carranza y por César Uribe Piedrahíta, presentaron la muestra. Uribe Piedrahíta escribió: "quién iba a suponer que de un rincón de la montaña austera, de un ambiente timorato e hipócrita viniera una niña artista, pintora de grandes desnudos e iluminada con clara luz de la naturaleza inocente (...). Esta exposición de pintura ha de servir para rasgar el velo de falso pudor y de hipócritas prejuicios tras el cual se esconden maliciosamente los moralistas corrompidos" 8 . El diario El Siglo, bastión conservador, opinó, por su parte, que las acuarelas eran un atentado contra la cultura y la tradición artística, un desafío al buen gusto y un irrespeto para el aristocrático lugar donde fueron exhibidas 9 .
Débora Arango pintó sus primeros cuadros cuando fue alumna de Eladio Vélez en la escuela de Bellas Artes de Medellín entre 1933 y 1935. Al cabo de estos años comenzó a definir sus propios intereses: "Con el maestro Eladio Vélez aprendí de preferencia la técnica del retrato. Cultivé ese estilo con entusiasmo. Pero yo sentía algo que no acertaba a explicar. Quería no sólo adquirir la habilidad necesaria para reproducir un modelo o un tema cualquiera, sino que anhelaba también crear, combinar: soñaba con realizar una obra que no estuviese limitada a la inerte exactitud fotográfica de la escuela clásica. No sabia a punto fijo lo que deseaba, pero tenía la intuición de que mi temperamento me impulsaba a buscar movimiento, a romper los rígidos moldes de la quietud (...). Un buen día hallé lo que buscaba. Los frescos de Pedro Nel Gómez me revelaron algo que hasta entonces desconocía, algo que no había tenido ocasión de aprender (...) los artistas que comulgamos con la escuela de Pedro Nel Gómez, vamos alejándonos de los viejos moldes y nos inclinamos cada vez más hacia la concepción modernista, revolucionaria, del arte destinado a interpretar el anhelo de las masas" 3
Hacia finales de los años treinta, la pintura antioqueña se encontró agrupada .en dos tendencias opuestas, cuyos enfrentamientos irónicos y agresivos pueden seguirse en la prensa de la época. La pintura de Pedro Nel Gómez se calificó de "revolucionaria" y "antiburguesa" y sus seguidores fueron llamados "pedronelistas"; mientras que los cuadros de Eladio Vélez fueron tachados de "reaccionarios", "capitalistas" y "filisteos" por sus enemigos. Sus simpatizantes fueron llamados "eladistas" 4 . Formada entre los valores estéticos de las dos corrientes pictóricas en contradicción, Débora Arango empezó a pintar independientemente en 1938. Desde este año hasta 1940 se puede hablar de un período de expresión pagana; los desnudos de que hablábamos, despertaron en la época una polémica sin precedentes en Medellín, que tomó un cariz político. El periódico liberal El Diario los defendió con vehemencia en sus columnas y atacó la posición del conservador La Defensa, para el cual se trataba de "brochazos lúbricos", "pinturas al deshabillé", "falta de higiene moral", de obras impúdicas "que ni siquiera un hombre debiera exhibir". El mismo periódico desafió a la artista a dejarse publicar "al pie del mismo cuadro con que ha querido conquistar lauros que considera muy marchitos". 5 .
Potada del catálogo de la primera exposición colectiva de Débora Arango en 1937
El Diario arguyó a favor de Débora Arango por pertenecer a "una familia de tradición católica y cristiana (...) conocida por su piedad sin estrépitos y por la noble pureza de su vida". Así mismo puso de ejemplo los desnudos artísticos clásicos localizados en algunos lugares sagrados para mostrar que eran compatibles e invitó a ver la exposición por ser "una excelente oportunidad para aprender a distinguir entre arte y falta de moralidad, entre ética y estética" 6 .
Débora Arango recibió el único premio de la exposición. Los "eladistas" rechazaron el fallo y, en carta de protesta dirigida al jurado, dijeron: "vuestro concepto artístico es lastimoso, y vuestro fallo de unos razonamientos mezquinos y parciales (...). Ahora no sabemos como os vais a defender de la lluvia de desnudos y acuarelas que mañana reclamarán premio, 7 . por SU parte, Ignacio Gómez Jaramillo (1910-1971) criticó acerbamente a la mayoría de los expositores por no ser "pintores profesionales", como sí lo eran en su opinión Eladio Vélez, Carlos Correa, Pedro Nel Gómez y él mismo.
Al año siguiente Débora Arango realizó una exposición en el teatro Colón invitada por el ministro de educación Jorge Eliécer Gaitán. La vanguardia literaria del momento, representada por el poeta piedracielista Eduardo Carranza y por César Uribe Piedrahíta, presentaron la muestra. Uribe Piedrahíta escribió: "quién iba a suponer que de un rincón de la montaña austera, de un ambiente timorato e hipócrita viniera una niña artista, pintora de grandes desnudos e iluminada con clara luz de la naturaleza inocente (...). Esta exposición de pintura ha de servir para rasgar el velo de falso pudor y de hipócritas prejuicios tras el cual se esconden maliciosamente los moralistas corrompidos" 8 . El diario El Siglo, bastión conservador, opinó, por su parte, que las acuarelas eran un atentado contra la cultura y la tradición artística, un desafío al buen gusto y un irrespeto para el aristocrático lugar donde fueron exhibidas 9 .
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