Coca Cola es veneno - Coca Cola is poison (2020) 製版 Juan Britos によって

Coca Cola viene envenenando y haciendo daño a la especie humana, especialmente a los niños, hace mas de un siglo. Esta estampa está creada para ser pegada en la calle. Intentando hacer tomar conciencia de los alimentos que consumimos, desde bebidas peligrosas hasta animales.

No hay nadie que hoy día piense que los refrescos sean sanos para el consumo humano. Tanto en sus versiones azucaradas como 'light', estas bebidas tienen efectos secundarios que cada día destapan más investigaciones científicas.

Aún así, seguimos consumiendo este tipo de refrigerios. Unos de los más vendidos en España son de la marca Coca-Cola, empresa que ha aumentado en los últimos dos años un 37 % las ventas en nuestro país de sus versiones bajas en calorías. Pero ¿que sea 'light' implica que sea menos dañino para la salud? No: ambas opciones son malas para el consumo humano por diferentes razones. Te lo contamos.

Lo que la Coca-Cola hace en tu cuerpo (minuto a minuto)
Empecemos con la versión clásica, la azucarada. Una sola lata contiene diez cucharaditas de azúcar. Veamos qué sucede en nuestro cuerpo, cronológicamente, nada más beberla:

En los primeros 10 minutos
El azúcar se cuela en el torrente sanguíneo. Una sola lata de Coca-Cola (330 ml) contiene 35 gramos de azúcar, diez gramos más del consumo diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Si nos tomásemos de repente toda la cantidad de azúcar que contiene una sola lata de Coca-Cola acabaríamos vomitando, pero el ácido fosfórico que se encuentra en esta bebida "disimula el sabor, lo que evita el vómito", detallan farmacéuticos del blog especializado 'Renegade Pharmacist'.

A los 20 minutos
Los picos de azúcar en la sangre provocan una explosión de insulina. El hígado responde a esto convirtiendo cualquier azúcar que pueda haber en tu organismo en grasa. Es decir, las diez cucharaditas de azúcar y todos los hidratos lo que hayas consumido ese día serán acumulados en tu cuerpo.

A los 40 minutos
Tu cuerpo ya ha absorbido toda la cafeína de la Coca-Cola. Tus pupilas se han dilatado, tu presión sanguínea ha aumentado y los receptores de adenosina de tu cerebro están bloqueados para prevenir la somnolencia.

A los 45 minutos de haberte bebido el refresco, tu cuerpo comienza a producir dopamina de forma alarmante, estimulando los centros de placer de tu cerebro. Ojo, este es justo el procedimiento que hace la heroína en el cuerpo.

A los 60 minutos de haber tomado Coca-Cola
El ácido fosfórico se une al calcio, magnesio y zinc en el intestino grueso, lo que hará aumentar la excreción urinaria de calcio. Irás más al baño a orinar y echarás, sobre todo, calcio, magnesio, zink, sodio, electrolitos y agua.

Una vez pasados los primeros 60 minutos, te sentirás cansado, irritable y perezoso. Tendrás ganas y necesidad de consumir más azúcar. Tras haber bebido y digerido el refresco, te has deshecho de valiosos nutrientes que tu cuerpo podría haber usado para mantener tus funciones vitales.

Lo normal es que te lances a por otra Coca-Cola, ya que según un estudio de la Universidad de Princeton, la liberación de dopamina se vuelve adictiva, haciéndonos querer más y más.

¿Y la Coca-Cola 'light' o 'zero'?
Las versiones de Coca-Cola sin azúcar no son más sanas ni nos engordan menos, pues contienen edulcorantes artificiales. Un estudio canadiense, publicado por la Canadian Medical Association Journal, relaciona el consumo frecuente de aspartamo, stevia y sucralosa con el aumento de peso, problemas del corazón y diabetes.

La investigación dictamina que elegir a largo plazo estos sustitutos del azúcar puede producirnos aumento de peso, obesidad, problemas metabólicos y cardiovasculares y diabetes, entre otras enfermedades.

Este estudio analizó los efectos que producían a largo plazo el consumo de edulcorantes artificiales en un grupo de 400.000 personas, las cuales han sido seguidas y evaluadas durante una década. El elevado tiempo que se ha invertido en realizar el muestreo le da gran validez a los resultados de la investigación, pues si la monitorización hubiese sido más breve las conclusiones no serían tan determinantes.

"Sobre la base de toda la investigación realizada hasta el momento, no existe prueba clara de un beneficio de los edulcorantes, pero sí hay evidencia de un daño potencial en el largo plazo", dijo la autora principal del estudio, Meghan Azad, a la cadena CNN, recoge 'Infobae'.

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