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ARTURO FLÓREZ, una vida para el arte

Neiva ha sido cruce de caminos, para algunos; una ciudad campamento. Todos llegan y dejan su alma, mucho su vida. Pero para todos, esa es una ciudad de puertas abiertas, que 1975, recibió a un joven docente en Artes y pintor egresado de la Universidad de Nariño. Traía todo un camino por delante, lleno de sueños e ilusiones, cargado de colores y líneas. Treinta y dos años después, Arturo Flórez regresa a Pasto con una retrospectiva organizada con sus temas de siempre.

Temas que han marcado su recorrido y a los cuales regresa una y otra vez. Temas que guardan una relación entre la necesidad del pintor por aprehender la realidad y los métodos para lograrlo. Por eso, los bodegones y los paisajes son una expresión de toda la vida, en la que Flórez intenta superar la apariencia de los objetos logrando una imagen única que acude a significados cotidianos, los desplazados son una experiencia personal inscrita en una preocupación por muchos, y los petroglifos, son una búsqueda grafica de nuestras raíces mas allá de su significado original, un reconocimiento a una cultura viva, una narración constituida por un registro de una obra integrada en la vida plena de Arturo Flórez.

Es un reto difícil que el autor asume al tratar de mostrar en forma totalizadora su obra. Mostrar las soluciones que encuentra a sus preocupaciones, las propuestas plásticas que surgen de ella. Para nosotros, la presencia de Arturo Flórez está contenida y viva en su obra plástica. Lo está igualmente, en su trabajo pedagógico condensado en el taller Circulo Cromático, ahora Taller – Galería Arturo Flórez, donde día tras día, a lo largo de 28 años se han formado los sueños de muchos huilenses. A esta unidad, capaz de transmitir su energía y sus conocimientos rendimos tributo en este recorrido vital del pintor de ahora y siempre.

Miguel de León
Crítico de Arte