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Corazas • 12 obras de arte
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Corazas supone la primera serie completa de escultura y altorrelieve en impresión 3D desde modelo real [...]
Corazas supone la primera serie completa de escultura y altorrelieve en impresión 3D desde modelo real realizada por Artheo.
La primera pregunta que podríamos realizarnos es… ¿por qué corazas?... Y es aquí donde se aprecia la primera característica visual de las obras. Todas están ausentes de interior, sólo presentan la superficie exterior o coraza de las piezas.
Debemos pensar, y quizás parezca una obviedad, que de los objetos, figuras y formas que aparecen en la realidad, tan solo apreciamos su carcasa exterior, su interior se nos muestra oculto a la vista, sabemos que existe, que se encuentra ahí, pero ni lo vemos, ni lo apreciamos, ni lo percibimos a través de nuestros sentidos, sino que cognitivamente nuestros cerebros muestran indiferencia por aquello que está bajo la coraza, ya que no resulta relevante para la interpretación de las formas que se nos manifiestan visualmente.
Es por ello que las piezas que se presentan en la serie muestran una ‘volumetría superficial’, hueca, reflejando tan sólo el ‘yo exterior’, visual, exento de significado formal más allá de las propias poses de los modelos.
En una sociedad hipermodelizada, hipervisual, e hiperestereotipada, la simplificación de las superficies de la serie Corazas, viene a mostrar, por parte del autor, Artheo, una denuncia de la exaltación de la idealización, de forma que esta simplificación realizada a base de la poligonización extrema de las superficies volumétricas supone la rotura de los clichés de belleza actuales, igualando todos los modelos utilizados a una misma base geométrica, el triángulo, base de las superficies digitales tridimensionales.
Con estas piezas se busca remarcar los defectos de las superficies y volúmenes, no se busca la perfección, como metáfora intrínseca de la propia naturaleza humana. No existen los materiales perfectos, ni las formas absolutamente perfectas en la naturaleza, todo tiene un mayor o menor grado de imperfecciones en sus estructuras.
Todas las poses de los distintos modelos parten de una esencia de perfección formal, pero se degradan intencionadamente para conseguir el aspecto irregular final. Los modelos son físicos, reales, realizando una traslación de la realidad al mundo digital, siendo allí donde los átomos, ya convertidos en datos, son transformados en una malla tridimensional que vuelve a llevarse al mundo físico en un nuevo material.
Podríamos pensar en que esto es un simple proceso de clonación, o de mímesis directa, pero nada más alejado de la realidad, dado que el autor persigue, no sólo llevar a cabo esta transfiguración de los modelos, sino impregnar su propia visión del mundo sobre los mismos, haciendo que las formas y actitudes sean reconocibles, pero no así los originales de los que fueron sacados, mostrando las corazas que protegen los interiores, los cuales son insignificantes al observador.
Por todo ello, sólo se muestra ‘la piel exterior’, lo que nos hace reconocibles, las actitudes que nos hacen humanos, la agresividad o dulzura de nuestras poses, al fin y al cabo, la simplificación formal de nuestra imagen exterior.
La primera pregunta que podríamos realizarnos es… ¿por qué corazas?... Y es aquí donde se aprecia la primera característica visual de las obras. Todas están ausentes de interior, sólo presentan la superficie exterior o coraza de las piezas.
Debemos pensar, y quizás parezca una obviedad, que de los objetos, figuras y formas que aparecen en la realidad, tan solo apreciamos su carcasa exterior, su interior se nos muestra oculto a la vista, sabemos que existe, que se encuentra ahí, pero ni lo vemos, ni lo apreciamos, ni lo percibimos a través de nuestros sentidos, sino que cognitivamente nuestros cerebros muestran indiferencia por aquello que está bajo la coraza, ya que no resulta relevante para la interpretación de las formas que se nos manifiestan visualmente.
Es por ello que las piezas que se presentan en la serie muestran una ‘volumetría superficial’, hueca, reflejando tan sólo el ‘yo exterior’, visual, exento de significado formal más allá de las propias poses de los modelos.
En una sociedad hipermodelizada, hipervisual, e hiperestereotipada, la simplificación de las superficies de la serie Corazas, viene a mostrar, por parte del autor, Artheo, una denuncia de la exaltación de la idealización, de forma que esta simplificación realizada a base de la poligonización extrema de las superficies volumétricas supone la rotura de los clichés de belleza actuales, igualando todos los modelos utilizados a una misma base geométrica, el triángulo, base de las superficies digitales tridimensionales.
Con estas piezas se busca remarcar los defectos de las superficies y volúmenes, no se busca la perfección, como metáfora intrínseca de la propia naturaleza humana. No existen los materiales perfectos, ni las formas absolutamente perfectas en la naturaleza, todo tiene un mayor o menor grado de imperfecciones en sus estructuras.
Todas las poses de los distintos modelos parten de una esencia de perfección formal, pero se degradan intencionadamente para conseguir el aspecto irregular final. Los modelos son físicos, reales, realizando una traslación de la realidad al mundo digital, siendo allí donde los átomos, ya convertidos en datos, son transformados en una malla tridimensional que vuelve a llevarse al mundo físico en un nuevo material.
Podríamos pensar en que esto es un simple proceso de clonación, o de mímesis directa, pero nada más alejado de la realidad, dado que el autor persigue, no sólo llevar a cabo esta transfiguración de los modelos, sino impregnar su propia visión del mundo sobre los mismos, haciendo que las formas y actitudes sean reconocibles, pero no así los originales de los que fueron sacados, mostrando las corazas que protegen los interiores, los cuales son insignificantes al observador.
Por todo ello, sólo se muestra ‘la piel exterior’, lo que nos hace reconocibles, las actitudes que nos hacen humanos, la agresividad o dulzura de nuestras poses, al fin y al cabo, la simplificación formal de nuestra imagen exterior.
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