Ángeles Peláez Talasac
DIARIO EXPANSION
ARTICULO publicado en:
Revista EJECUTIVOS
Abril de 1998, Nº 7
ANGELES PELAEZ, CITA CON EL ARTE
La vocación de Angeles Peláez por la pintura le viene de muy joven. Veinte años después de sus inicios ha perfilado un estilo con carácter que, en cierto sentido, se ve influído por el impresionismo, aunque es el color el verdadero protagonista de sus obras. Paisajes y bodegones nacen de sus pinceles para crear obras muy personales. Obras que, por cierto, se pueden admirar hasta principios de este mismo mes de abril en la galería Durán de Madrid.
Profesionalmente es de nueva cantera. Vocacionalmente es toda su vida. El dibujo estuvo presente en sus juegos de niña y la acompañó durante su juventud. Es un sentimiento lleno de fuerza que se desahoga a través de los pinceles, tomando la forma de bodegones, figuras y paisajes. Todo su entorno se refleja en sus cuadros, poetizándolo y llevándolo al máximo.
Nacida en Madrid, se casó muy joven y tuvo cuatro hijos. Esto la impidió, de alguna manera, volcarse en la pintura totalmente, pero no dejar de pintar.
Influida por los impresionistas, encontramos en su pintura querencias de esta expresión, con un toque particular y especial que hace de sus cuadros obras muy personales. Empezó a trabajar hace veinte años sin perspectivas; es decir, dejando que el tiempo fuese puliendo y serenando su estilo, aunque en la última década se encontró bien con lo que estaba haciendo y tomó en serio su profesión.
Vinculada a través de su marido y marchante, el industrial Eugenio Farré, al mundo del comercio, Angeles Peláez ha poetizado su vida a través de la pintura.
Ha mostrado su obra durante estos años en diversos puntos de España y, por vez primera, está exponiendo en Madrid en la Galería Durán hasta el día 4 de abril donde está cosechando grandes éxitos de crítica y público.
Aunque la base de su pintura es el dibujo, es una enamorada del color, algo que maneja admirablemente, siendo una delicia contemplar los azules de sus bodegones y los acres de sus paisajes de otoño.
Nos encontramos ante una pintura natural y fuerte al mismo tiempo,de trazos seguros sin artificios ni complicaciones, que toca nuestra fibra sensible admirablemente y que no nos confunde. Su naturalidad es quizás la base de su éxito.
Angeles Peláez nació para pintar. La belleza de sus cuadros, la creatividad de sus paisajes y bodegones, la convierten en una artista completa de naturalidad aplastante. No puede pasar inadvertida la exposición de esta pintora, que en sus cuadros nos muestra su intimidad anímica, su gran sensibilidad, su poesía de la vida y su ternura, en definitiva su 'YO', que es lo más difícil de mostrar en la vida.
Antonio Gala decía en una entrevista que no le gustaba publicar poesía, porque era desnudar el espíritu ante todo el mundo. Esto es lo que hace Angeles Peláez en esta exposición: enseñarnos su alma.
Doña Nieves F. de Sevilla
Escritora y periodista
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ARTICULO publicado en:
EXPANSIÓN
Viernes 27 de marzo de 1998
ANGELES PELAEZ, EN DURAN
Ángeles Peláez realiza una pintura minuciosa, precisa, colorista y siempre atenta a los más mínimos detalles, con los que sabe engrandecer y enriquecer el cuadro y transportarnos a universos completamente nuevos.
Últimamente, la artista ha simplificado notablemente la textura de los colores y las formas, consiguiendo un cromatismo ligeramente difuminado pero igual de impactante, en el que predominan las gamas suaves y cálidas.
Los elementos del mundo cotidiano conforman una parte importante del universo que gusta de reflejar Angeles Peláez, y en el que tienen cabida tanto paisajes y flores como bodegones, figuras y objetos diversos. El conjunto de sus tonalidades es tenue, ya que la artista huye de las estridencias innecesarias.
Por destacar solamente algunas de sus obras, citaremos aquí Tres tulipanes, Mundo de sueños, Transparencias, Íntimo, Del rosa al amarillo, Fantasías en azul y Sueños y sugerencias, muy características -sobre todo las dos últimas- de toda su trayectoria artística.
De esta forma, sus creaciones se nos aparecen como algo muy intimista, cercano, próximo a la propia experiencia vital del espectador.
