Desde la arquitectura como profesión, Nieves Parrilla llega al arte visual por deriva vital. Quizá por contagio, intuición, curiosidad... o una mezcla de todo eso. Porque si algo define su obra, es que nace de las mezclas.
Su trabajo fusiona disciplinas, materiales y referencias apostando por un enfoque reconocible como Arte Híbrido, en el que se mueve con naturalidad entre lo formal y lo libre, lo conceptual y lo intuitivo. En sus creaciones se cruzan el pasado y el presente, la tradición y la vanguardia, pincel y pixel, lo encontrado y lo imaginado.
Experimenta con el collage, las reinterpretaciones visuales, la edición digital y crea piezas escultóricas con objetos hallados, mezclando técnicas con libertad y armonía. Cada obra busca ser una invitación a mirar con otros ojos, a interactuar, a repensar lo familiar… y, a veces, a sonreír.
Nieves no busca respuestas cerradas ni discursos solemnes. Prefiere dejar espacio a la duda, la sorpresa y el juego. Con una mirada crítica y personal, aliñada con humor, su obra plantea preguntas abiertas sobre temas como identidad, sostenibilidad, realismo emocional, memoria colectiva o nuestro vínculo con la nueva realidad.
Por tanto, no hay fórmula ni auto-teoría. Cada pieza es una experiencia visual individual que mezcla emoción, memoria y pequeñas rupturas, con la que se nos invita a mirar lo cotidiano desde un nuevo ángulo. Un arte actual y profundamente suyo: libre, imperfecto, mezclado... como la vida misma.
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