fernandoherrera Image de profil

fernandoherrera

Retour à la liste Ajouté le 19 avr. 2007

Luis Luna

(SANTAFÉ DE BOGOTÁ, COLOMBIA 1958) VIVE Y TRABAJA EN VILLA DE LEYVA, COLOMBIA
PINTURA
Lo que más toma tiempo en la pintura es reunir las condiciones necesarias para ejercer este acto: encontrar la paciencia para dejar transformar el material, para sedimentar el color y permitir que aparezca esa estructura silenciosa que se va formando con cada pincelada. Lo que más toma tiempo es agudizar la visión, aprender de nuevo a percibir, a simbolizar, a crear los códigos, a aprender a arrojarse a una especie de vacío donde no se puede asegurar el resultado final. Aprender a pararse en un terreno por el que han pasado tantos y balancear, a la vez, las ganas de expresarse con las visiones apocalípticas de su tradición Redefinirse, en cada momento y en cada paso, desechando cualquier impulso que lo encierre, lo encasille y lo condene.
Desde hace décadas se habla de la pintura desde su opuesto, es decir, se habla de la pintura como negándola a la vez y, por ende, buscando su destrucción. La célebre serie de Joan Miró, entre 1925 y 1929, donde trata de asesinar la pintura -con medios pictóricos- así como otras reflexiones de este siglo, muestran una dialéctica que parecería pertenecer a la misma naturaleza de la pintura. Ahora más que nunca -y precisamente después de haber sido testigos de su proclamación, abuso y aparente abandono por parte do los círculos de avanzada- los que ejercemos este oficio, lo hacemos -si se quiere- sin los |spot Iights encima, y con la intimidad que se siente desde un exilio. Lo más claro es que la noción de origen no se ha de encontrar más que en otros cuadros y en esto se diferencia de la pintura de otras épocas en que se utilizaba la noción de originalidad o innovación como una condición imprescindible. Las fuentes mismas de lo visual se han desarrollado y enriquecido.
¿Qué significa para el pintor, pintar hoy en día? Es enrolarse en una tradición de mil años. Es haber oído en varias ocasiones las flatulentas manifestaciones de la muerte de la pintura y es moverse, a la vez, en ese limbo de posibilidades que al mismo tiempo la niegan, como proyección de un espacio ilusionístico, y la afirman como renovación. Lo cierto y más ético es que, mientras la pintura sirva como espacio de reflexión y de contemplación, y desanestesie nuestros sentidos abatidos por tanta información, mantendrá su sitio en las artes visuales.
En estas pinturas he reunido los que se han constituido como mis principales cuestionamientos alrededor de la pintura misma. A pesar de tratarse de algo eminentemente visual, los podría describir como un interés por la estructura del símbolo despojado de su contexto, la palabra o la frase desplazada; el acto de reciclar e incluir en el proceso retazos o dibujos de otras épocas, y de hallar en el reflejo y en el brillo de las superficies aquellas parábolas acerca de los miles de universos que se encuentran en la materia.

|Cuando F. se transformó en un reflector de los misterios, el corazón del anciano fue despertado desde adentro.

LUIS LUNA MATIZ

Artmajeur

Recevez notre lettre d'information pour les amateurs d'art et les collectionneurs