Luigi M. Verde: Mi pasión por la fotografía nació en la universidad

Luigi M. Verde: Mi pasión por la fotografía nació en la universidad

Olimpia Gaia Martinelli | 4 jun 2024 10 minutos de lectura 1 comentario
 

"Uno de los primeros recuerdos de la infancia que a menudo regresa a mí es el de mi hermana y yo, de pie, quietos, curiosos y en silencio religioso -a pesar de la edad de juerga- en el borde del escritorio de mi padre, mientras él jugueteaba tranquilamente con lienzos, pinturas, tubos, trapos, paletas y pinceles "...

¿Qué te impulsó a crear arte y convertirte en artista? (eventos, sentimientos, experiencias...)

Uno de los primeros recuerdos de mi infancia que a menudo vuelve a mí es el de mi hermana y yo, quietos y curiosamente silenciosos (a pesar de estar en una edad de travesuras), sentados en el borde del escritorio de mi padre, observándolo manipular con calma lienzos, colores, tubos. , trapos, paletas y pinceles. En etología, "imprimir" (como hacer una impresión, una marca, acuñar) es un tipo de aprendizaje a través de la exposición: creo que esas primeras experiencias han marcado indeleblemente mi visión del mundo y del arte. Más tarde, proseguí estudios científicos y me di cuenta de que la dimensión puramente analítica y metodológica de la ciencia no era plenamente satisfactoria sin un toque de irracionalidad, o el añadido de un gesto guiado por el azar y el instinto.

¿Cuál es tu formación artística y con qué técnicas y materiales has experimentado hasta ahora?

Mi pasión por la fotografía comenzó en la universidad, a través de un encuentro casi fortuito con el encanto y la magia del cuarto oscuro. Recuerdo estudiar por las mañanas física, análisis, química… mientras que por las tardes, cuando podía, me colaba en las aulas de la academia de bellas artes para asistir a cursos o seminarios de fotografía. Posteriormente comencé a trabajar en ingeniería de software y aprecié todas las tecnologías digitales, desde la edición de fotografías hasta las animaciones, desde los escenarios virtuales 3D hasta el mundo de la inteligencia artificial. Pero nunca perdí ese gusto ancestral por la imprenta, el olor del papel, la agradable sensación táctil de los medios, las contaminaciones con la pintura, intentando siempre fusionar innovación y artesanía.

¿Cuáles son los tres aspectos que te diferencian de otros artistas, haciendo que tu trabajo sea único?

Bernardo de Chartres decía que somos enanos sobre los hombros de gigantes: esto significa que ninguna obra es completamente original, pero también que cada uno de nosotros siempre tiene algo único. El truco consiste en entender cómo moverse al borde de esta contradicción entre unicidad y diferencia. Mi peculiaridad es que no puedo separar la ciencia del arte, no me gusta dejarme influenciar por modas ni gustos imperantes, y prefiero espacios de soledad y silencio. El estudio de la filosofía también ha moldeado mi acercamiento al arte y me ha hecho apreciar a autores como De Chirico. Poco a poco he logrado conciliar diferencias y afinidades.

¿De donde viene tu inspiración?

La lectura, tanto de no ficción como de literatura, es sin duda mi principal fuente de inspiración, junto con la música, tanto clásica como moderna. Estoy más interesado que nunca en el aspecto ideal de las cosas más que en una visión más fenomenológica del mundo. El "cómo" y el "por qué" antes del "qué". Por eso observo mucho, pero últimamente fotografío con extrema deliberación. También busco inspiración en los espacios abiertos, en el vacío, en la meditación, lejos de los ruidos de nuestro tiempo, que muchas veces son causa de demasiados pensamientos confusos.

¿Cuál es tu enfoque artístico? ¿Qué visiones, sensaciones o sentimientos quieres evocar en el espectador?

El arte vive a través del espectador, que es el socio principal del creador. Para colaborar bien, el espectador necesita ser estimulado con dudas, preguntas, preguntas abiertas, dobles sentidos, paradojas y, cuando sea necesario, incluso con ironía e irreverencia. Siempre es necesario romper con una visión hecha de clichés, imágenes infladas o demasiado predecibles. Me gusta crear lo que llamo "discontinuidades visuales", puntos de ruptura que nos empujan a indagar, a cuestionarnos continuamente. Para no ser demasiado agresivo con mi espectador, siempre busco un equilibrio formal que proporcione placer visual y descanso (pero no a la mente), sin abandonar nunca un fondo muy arraigado de imaginación y bondad.

¿Cuál es el proceso de creación de tus obras? ¿Es espontáneo o implica una larga fase preparatoria (técnica, inspirada en el arte clásico, u otra)?

La creación parte de una semilla espontánea, una primera luz, una imagen latente. A esto le sigue un largo e intrincado proceso preparatorio, guiado por mi alma científica. Utilizo una metodología lo más rigurosa posible, compuesta de ensayos y errores, donde el trabajo es como un teorema matemático a refutar. Lo pruebo, lo ataco desde varios ángulos, para sacar a relucir debilidades o aspectos a definir mejor. Este proceso puede durar meses hasta alcanzar una forma más estable y definida. Pero cualquier resultado nunca es definitivo; representa sólo un momento de reflexión, porque nuevas ideas, nuevas semillas, ya están al acecho y pueden cambiarlo todo, reavivando la antorcha de la imaginación. A pesar del compromiso, el rigor y la pasión, siempre es el juego el que guía el camino, una especie de carrusel que gira continuamente sin detenerse jamás, en busca de una mirada incontaminada, como la de los niños.

¿Utilizas alguna técnica de trabajo en particular? Si es así, ¿puedes explicarlo?

Casi siempre comienzo con un grupo de fotografías o un boceto de un proyecto anterior que dejé en estado embrionario o incompleto. Luego empiezo a procesar las imágenes iniciales, añadiendo y eliminando elementos hasta encontrar el equilibrio adecuado para la estructura visual que tengo en mente. Después de las fases iniciales, adopto un enfoque más deconstructivo que implica eliminar elementos para limpiar la escena y hacer la imagen más pura y esencial.

¿Hay aspectos innovadores en tu trabajo? ¿Puedes contarnos sobre ellos?

La fotografía forma la base de la mayoría de mis trabajos. Es la disciplina que mayores innovaciones tecnológicas ha visto en el arte y es una invitación a experimentar lo máximo posible. Por ejemplo, he empezado a entrenar una red neuronal generativa en mis fotografías, para intentar crear imágenes utilizando técnicas de inteligencia artificial que se acerquen más a mi estilo. Otra cosa que hago es tomar fotografías junto con escaneos 3D del mismo sujeto para luego combinarlas en postproducción. Actualmente estoy interesado en explorar cómo personalizar el software para guiar un dron, para usarlo en ángulos de disparo más eficientes e imágenes de mayor calidad. En definitiva, la propia fotografía, tal como se entiende hoy en día, se encuentra entre los elementos más innovadores por su extraordinaria capacidad de hacer que todo lo que es falso parezca verdadero (o verosímil), y viceversa.

¿Tiene algún formato o medio con el que se sienta más cómodo? Si es así, ¿por qué?

En términos de medios, como ya he mencionado, disfruto experimentando, por lo que, cuando es posible, suelo cambiar todo el flujo de trabajo de mi equipo (cámaras, ordenadores, escáneres, impresoras, papeles...). Sin embargo, me siento mucho más cómoda con las imágenes cuadradas: me dan una sensación de mayor armonía. Además, mi enfoque personal para llenar y vaciar la escena se ve, en cierto sentido, simplificado por este formato. Creo que esta elección surge también de un profundo interés que vincula las matemáticas y el arte en la búsqueda del equilibrio.

¿Dónde produce su trabajo? ¿En casa, en un estudio compartido o en tu propio estudio? Y en este espacio, ¿cómo organizas tu trabajo creativo?

En el estudio de mi casa tengo varios espacios para pensar, operar y estudiar. Mi trabajo comienza con un texto que sintetiza la obra de arte, luego tomo las fotografías iniciales y empiezo a procesarlas en la computadora. En ocasiones también utilizo bocetos o impresiones preliminares para aclarar algunos de los pasos posteriores. Después de un primer "prototipo", entro en una especie de bucle: empiezo a revisar el texto para definir mejor los aspectos estéticos y operativos, mejorando también las actividades de producción y postproducción. El flujo de trabajo sigue el patrón de una melodía, con altibajos, pausas, momentos vibrantes y tranquilos. Me resulta casi imposible trabajar si no estoy acompañado de buena música.

¿Tu trabajo requiere que viajes para conocer nuevos coleccionistas, para ferias o exposiciones? Si es así, ¿qué te aporta esto?

Viajé durante varios años, pero en este período he elegido una vida más tranquila y menos agitada. Por eso viajo mucho menos, pero intento conocer de otras formas a personas interesadas en mi recorrido artístico y profesional, como autores, promotores, curadores o coleccionistas.

¿Cómo visualizas la evolución de tu trabajo y tu carrera como artista en el futuro?

Este período está lleno de oportunidades y nuevos conocimientos. Por ejemplo, estoy muy centrado en el estudio de la creatividad: un punto de encuentro entre la conciencia y el inconsciente, todavía tan misterioso y poco explorado. También me gustaría crear mi propio "laboratorio de investigación" donde pueda experimentar y profundizar en este tema a través de la creación de nuevos trabajos e ideas que apoyen mi camino. Creo que mi carrera artística puede encontrar espacio en esta visión, también gracias a mayores oportunidades de hacerse notar por galeristas y curadores y a nuevas tecnologías que rompen algunas barreras.

¿Cuál es la temática, estilo o técnica de su última producción artística?

El tema de mi última producción artística es un reflejo entre la Tierra y la Humanidad, una asociación que parece haber sido interrumpida, rota. Pensé en recrear imágenes de figuras humanas formadas únicamente a partir de tierra, raíces y otros pequeños escombros. Aquí, la figura humana toma forma a través del trabajo silencioso de las raíces, a través de una lenta construcción guiada por un antiguo canto, una especie de energía primordial de la que tanto la tierra como los humanos han ido derivando su existencia. Estilísticamente, elegí una tonalidad oscura para crear un cambio visual entre el mundo real y nuestra percepción, que está contaminada por la negativa a conectarnos con la naturaleza. Éste es el origen de estas visiones inquietantes, nacidas de la incapacidad de reconocer y aceptar nuestros orígenes más auténticos. Para armonizar mejor estas imágenes, elegí utilizar técnicas de construcción a partir de agentes artificiales, manteniendo un estricto control formal de los resultados para garantizar la calidad fotográfica adecuada. Este trabajo también da vida a un nuevo libro de artista con imágenes y palabras en forma de historia.

¿Puedes contarnos cuál fue tu experiencia expositiva más significativa?

La experiencia expositiva más importante que tuve fue hace unos años en una exposición individual en el Palazzo Serra di Cassano, sede del Instituto Italiano de Estudios Filosóficos en Nápoles. Fue importante por varias razones: la oportunidad de reconectarnos con personas de las que las circunstancias nos habían distanciado, la oportunidad de ubicar la exposición dentro de una conferencia que selló el carácter más integral del arte que veo como una experiencia cultural, y la sensación de caminar. por los mismos pasillos donde, como estudiante universitario, tuve el placer y el privilegio de escuchar a importantes académicos, artistas y premios Nobel de todo el mundo.

Si pudieras crear una obra de arte famosa de la historia, ¿cuál elegirías? ¿Y por qué?

¡Ésta es una pregunta difícil que podría incluso poner en peligro el resultado de una invitación a cenar con un artista favorito! Elegiría crear el David de Miguel Ángel: como apasionado admirador de las estatuas, desde la antigua Grecia en adelante, el David representa para mí el pináculo de la perfección del proceso creativo. Esta obra me seduce por su fuerza pero también por la fragilidad de ese único bloque de mármol, su naturaleza imponente pero también su sensación de ligereza; la elegancia combinada con la riqueza de los detalles, la concentración singular del héroe bíblico que representa el emblema de un método de trabajo riguroso e inalcanzable.

Si pudieras invitar a cenar a un artista famoso (vivo o fallecido), ¿quién sería? ¿Cómo sugerirías pasar la noche?

Si está disponible, me gustaría invitar a Giorgio De Chirico a cenar el próximo fin de semana. Para que se sienta cómodo, le pediría que compartiera sus primeras experiencias con las lecturas de Nietzsche, que impulsaron su pintura metafísica. Acompañaría esta charla inicial con una cena ligera (recordando que De Chirico sufrió molestos dolores abdominales durante su estancia en Florencia) para luego ahondar en una lectura más rigurosa de algunas de sus obras, llenas de encanto y misterio, provocándolo suavemente. quizás con la complicidad de una buena copa de vino, para ofrecer sus inspiraciones más ocultas.

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