Decadencia, transgresión y retirada silenciosa: el arte de Gu Dexin

Decadencia, transgresión y retirada silenciosa: el arte de Gu Dexin

Selena Mattei | 22 abr 2025 13 minutos de lectura 0 comentarios
 

Gu Dexin es una figura fundamental en la escena artística contemporánea de China y una voz destacada entre la primera generación de artistas de vanguardia del país, activo desde finales de la década de 1980. Fue uno de los primeros artistas chinos en presentar su obra internacionalmente y desde entonces ha ganado aclamación y reconocimiento mundial.

Conclusión clave

  • Pionero de vanguardia: Gu Dexin es una figura importante del arte contemporáneo chino y parte de la primera ola de artistas de vanguardia activos desde finales de la década de 1980.
  • Reconocimiento internacional: Fue uno de los primeros artistas chinos en exponer en Occidente, en particular en la exposición Les Magiciens de la Terre en París en 1989.
  • Contrastes temáticos: Su obra a menudo explora contradicciones, con temas recurrentes de sensualidad y decadencia.
  • Tonalidad dual: Su obra varía entre tonos claros y oscuros, siendo las piezas más oscuras las marcadas por la agresión, la violencia y un distintivo sentido del humor negro.



El arte radical y la retirada de Gu Dexin

Gu Dexin (n. 1962, Pekín) es una figura clave del arte contemporáneo chino, conocido por sus provocativas instalaciones que abordan temas de decadencia, impermanencia y transformación material. Comenzó a pintar a finales de la década de 1970, durante la liberalización posterior a la Revolución Cultural, y rápidamente se convirtió en una voz destacada de la vanguardia china. A diferencia de muchos de sus compañeros que cursaron estudios formales o se trasladaron al extranjero, Gu optó por permanecer en Pekín y trabajar de forma independiente, un enfoque que definió su trayectoria artística, poco convencional e inflexible.

Activo durante el movimiento New Wave de 1985 —una época de reinvención cultural radical—, Gu formó parte de una generación de artistas que se distanciaron del realismo socialista en favor del arte experimental y conceptual. En las décadas de 1980 y 1990, expandió los límites artísticos al abrazar la descomposición y la impermanencia, permitiendo que sus obras se desintegraran con el tiempo. A partir de 1994, incorporó cada vez más carne cruda, grasa y partes de animales en sus instalaciones.

Como miembro fundador del New Measurement Group junto con Wang Luyan y Chen Shaoping, Gu rechazó las narrativas predominantes centradas en el legado socialista de China. En su lugar, creó obras confrontativas con fruta podrida, carne cruda y materiales industriales como plástico y juguetes para desafiar la estética tradicional y provocar reacciones viscerales. Piezas como 2004.05.09 (compuesta por coches de juguete) y 2009.05.02 (una instalación austera que se asemeja a un cementerio con textos acusatorios como "MATAMOS HUMANOS") reflejan su resistencia a las interpretaciones fijas y su exploración de la responsabilidad colectiva.

Con el tiempo, Gu pasó de la pintura surrealista a instalaciones conceptuales más discretas, lo que culminó con su retiro del mundo del arte en 2009, tras el 2 de mayo de 2009. Aunque se retiró de la vida pública, sus obras audaces e inquietantes siguen siendo influyentes. Gu sigue viviendo en Hepingli, el barrio de Pekín donde nació.




De la tradición a la transgresión

La trayectoria artística temprana de Gu estuvo marcada por la experimentación con estilos tradicionales, explorando el expresionismo y la pintura de paisajes al aire libre. Sin embargo, a principios de sus veinte años, su obra viró hacia una dirección más radical y poco convencional. Sus pinturas, acuarelas y bordados comenzaron a representar escenas distópicas llenas de figuras sexualmente sugerentes, mientras que sus esculturas de plástico sopleteadas evocaban órganos humanos. Durante este período, también experimentó con animaciones simples por computadora y creó esculturas de arcilla grotescas y eróticas. Gu ganó mayor atención por sus instalaciones efímeras hechas de materiales perecederos como fruta, carne e intestinos de animales, que dejaba descomponerse dentro de los espacios de exhibición, resaltando el contraste entre la descomposición y la permanencia. En protesta contra sus colegas que comercializaban temas políticos, Gu solía llenar los espacios de los museos promocionando dichas obras con materia orgánica en descomposición.

En 1989, en medio de una importante inestabilidad política, Gu estrenó sus obras plásticas sopleteadas en "China/Avant-Garde" en el Museo Nacional de Arte de China en Pekín, y más tarde ese mismo año en Magiciens de la Terre en el Centro Pompidou de París, un momento clave para el arte contemporáneo chino a nivel mundial. En 1995, en la exposición satélite de la Bienal de Venecia "Asiana: Arte Contemporáneo del Lejano Oriente", transformó un palacio veneciano en una morgue visceral colocando trozos de carne ensangrentados en ataúdes transparentes rodeados de cuentas rojas de plástico. Destinados a permanecer sellados, los ataúdes se abrieron a los tres días debido al hedor insoportable, dejando solo contenedores manchados de sangre. En 1998, en "Trace of Existence" en Pekín, Gu dispuso 100 kilogramos de sesos de cerdo sobre un mantel rojo, ocultos bajo otra tela. Aunque Gu evita la interpretación directa, esta obra ha sido vista como una crítica política, en la que los cerebros de cerdo simbolizan el liderazgo del Estado chino, blanco de sus constantes críticas.





Obras notables

09/05/2004

Esta instalación consiste en coches de juguete producidos en masa, un objeto aparentemente ordinario convertido en una obra de arte cautivadora e inquietante por Gu Dexin. El título de la obra refleja la fecha de inauguración de la exposición, una característica del enfoque de Gu para evitar imponer significados específicos a su arte. La obra critica el rápido ritmo del consumismo y la industrialización al yuxtaponer lo lúdico y cotidiano con la seriedad del contexto de la instalación. Los coches de juguete probablemente simbolizan la mecanización y la deshumanización de la sociedad moderna, invitando a la reflexión tanto sobre la inocencia infantil como sobre las construcciones sociales adultas.

02/05/2009

Esta fue la última exposición de Gu Dexin antes de retirarse del mundo del arte. La instalación se caracterizó por paneles blancos y austeros con frases inquietantes como "HEMOS MATADO HUMANOS" y "HEMOS MATADO NIÑOS", exhibidas junto a imágenes serenas de cielos azules en los televisores del piso superior, creando un contraste discordante. Las frases repetitivas y brutales exploran temas de culpa colectiva y violencia, confrontando al espectador con verdades incómodas sobre la naturaleza humana. Se ha descrito como una pieza "similar a un cementerio", que evoca la muerte, la culpa y la pérdida. La obra refleja la exploración de Gu sobre la impermanencia y la naturaleza efímera de las acciones humanas. Esta instalación se presentó posteriormente en la exposición "Arte y China después de 1989: Teatro del Mundo" de 2017-2018 en el Museo Solomon R. Guggenheim, mostrando su importante lugar en el arte chino contemporáneo.

1989 - "China/Vanguardia" en el Museo Nacional de Arte de China

Gu Dexin estrenó sus obras plásticas sopleteadas en la crucial exposición "China/Vanguardia" en Pekín, un momento crucial para el arte contemporáneo chino, ya que marcó la primera confrontación importante con el pasado político y cultural de China. Las obras de Gu, realizadas con sopletes sobre plástico, evocaban órganos humanos desfigurados, ofreciendo una crítica a la transformación social, la decadencia y la condición humana. Estas obras formaban parte de un movimiento más amplio de artistas que desafiaban el arte tradicional chino y adoptaban prácticas más experimentales y conceptuales.

1995 - "Asiana: Arte contemporáneo del Lejano Oriente" en la Bienal de Venecia

En esta exposición, Gu creó una instalación impactante y visceral al transformar un palacio veneciano en una morgue grotesca. Colocó trozos de carne ensangrentados en ataúdes transparentes, rodeados de cuentas rojas de plástico, emulando una escena de descomposición y muerte. Los ataúdes debían permanecer sellados, pero tras tres días de pudrirse la carne en el calor del verano, el hedor se volvió insoportable, lo que llevó a los organizadores de la exposición a abrirlos. La instalación resultante, con ataúdes manchados de sangre, fue un crudo comentario sobre la naturaleza efímera de la vida y la muerte, y la responsabilidad humana. La obra es una profunda declaración sobre la condición humana y nuestra relación con la mortalidad y la decadencia.

1998 - "Rastro de existencia" en Now Studio, Pekín

En esta instalación, Gu dispuso 100 kilogramos de cerebros de cerdo sobre un mantel rojo, cubierto con otra tela. Esta pieza se considera una crítica política al liderazgo chino. Los cerebros de cerdo, que simbolizan las "cabezas" del Estado, estaban ocultos a la vista, creando una poderosa metáfora sobre la ocultación del poder y la deshumanización que a menudo acompaña al gobierno político. Si bien Gu evitó la interpretación directa, esta obra se considera una crítica mordaz al gobierno chino y a sus líderes, enfatizando temas de control, consumo y las consecuencias del poder.

Estas obras demuestran en conjunto el compromiso de Gu Dexin con desafiar las normas sociales, explorar la naturaleza transitoria de la vida y confrontar verdades incómodas mediante materiales poco convencionales y conceptos radicales. Su arte sigue siendo una crítica audaz de los sistemas políticos y culturales, dejando una huella duradera en el desarrollo del arte contemporáneo chino.




Exposiciones y colecciones

Las exposiciones y obras de Gu Dexin han generado gran interés tanto en China como a nivel internacional, lo que lo ha posicionado como una figura central en el desarrollo del arte contemporáneo chino. Su enfoque radical hacia los materiales, especialmente las sustancias perecederas y orgánicas, así como su capacidad para desafiar y subvertir las narrativas dominantes, le han valido un lugar en importantes exposiciones internacionales.

Una de las primeras exposiciones emblemáticas de Gu fue "China/Vanguardia" en 1989, celebrada en el Museo Nacional de Arte de China en Pekín. Esta exposición fue una de las primeras muestras a gran escala de obras de vanguardia en China y marcó un momento crucial en la evolución del arte chino contemporáneo. La participación de Gu, a través de sus controvertidas esculturas de plástico al soplete, demostró la transformación radical del arte chino en una época de inestabilidad política. Fue un momento crucial que contribuyó a las crecientes tensiones entre el arte chino y el panorama artístico mundial.

Más tarde, en 1989, Gu también participó en "Magiciens de la Terre" en el Centro Pompidou de París, una exposición pionera que buscaba presentar una visión global del arte contemporáneo. La muestra dio a conocer a numerosos artistas vanguardistas chinos al público occidental, con la obra de Gu destacada. Esta exposición contribuyó a consolidar la posición de Gu en el panorama artístico mundial y a dar a conocer su arte conceptual radical a un público internacional más amplio.

En 1995, la obra de Gu formó parte de la exposición satélite de la Bienal de Venecia, "Asiana: Arte Contemporáneo del Lejano Oriente". En esta exposición, transformó un palacio veneciano en una morgue visceral, llenando ataúdes transparentes con carne de res en descomposición rodeada de cuentas rojas de plástico. La intensa descomposición y el hedor abrumador buscaban desafiar la percepción del público sobre la vida, la muerte y el papel del arte en la expresión de verdades incómodas. La pieza debía permanecer sellada, pero el hedor insoportable provocó su apertura al cabo de tres días, dejando solo contenedores manchados de sangre, que simbolizaban tanto la fragilidad como la crudeza de la existencia.

En 1998, en la exposición "Trace of Existence: A Private Showing of China Contemporary Art '98" en Pekín, Gu creó otra pieza provocadora. Dispuso 100 kilogramos de cerebros de cerdo sobre un mantel rojo, ocultos bajo otra tela, ofreciendo una sutil crítica política. Los cerebros de cerdo, a menudo interpretados como una metáfora del liderazgo chino, sirvieron como un agudo comentario sobre el panorama político de China en aquel momento. Aunque Gu suele resistirse a ofrecer interpretaciones directas de su obra, esta instalación se convirtió en una pieza significativa de su obra, subrayando su crítica al poder político.

Las obras de Gu también se presentaron en la exposición "Arte y China después de 1989: Teatro del Mundo" del Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York, de 2017 a 2018. Esta exposición examinó la evolución del arte contemporáneo chino posterior a 1989. La instalación de Gu "2009.05.02", con textos acusatorios como "MATAMOS HUMANOS", ocupó un lugar destacado, consolidando su lugar en el debate artístico global. La exposición reunió a una amplia gama de artistas chinos que, al igual que Gu, utilizaron su obra para desafiar y explorar temas de decadencia, transformación y responsabilidad política.

Las obras de Gu Dexin se encuentran en importantes colecciones de todo el mundo. El Centro Ullens de Arte Contemporáneo (UCCA) de Pekín albergó en 2012 una gran retrospectiva titulada "Gu Dexin: Lo importante no es la carne", que incluyó cerca de 300 obras, algunas inéditas, que abarcan una amplia gama de medios, desde la escultura hasta la animación. Esta exposición demostró la amplitud de la práctica artística de Gu y su continua exploración de materiales efímeros y en descomposición, y el propio título reflejaba su interés por explorar significados más allá de la materialidad de su arte.

La obra de Gu también forma parte de la colección permanente del Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York, lo que marca un hito importante en su reconocimiento internacional. Su inclusión en "Arte y China después de 1989" y la continua adquisición de sus obras destacan la continua relevancia de sus contribuciones al arte contemporáneo, en particular en el contexto de las prácticas de vanguardia chinas.

Otras importantes colecciones, como el Museo Británico de Londres, también han adquirido varias obras de Gu, en particular aquellas que abordan los temas de la decadencia, la política corporal y la impermanencia. Estas obras forman parte de la creciente colección de arte chino contemporáneo del museo, que incluye obras influyentes de artistas de la Nueva Ola de 1985 y posteriores. El uso exigente de los materiales por parte de Gu y su enfoque conceptual han hecho que sus obras sean muy solicitadas, no solo por su fuerza estética, sino también por su capacidad para suscitar reflexión y diálogo sobre temas sociales, políticos y existenciales.




Preguntas frecuentes

¿Quién es Gu Dexin y por qué es importante en el arte chino contemporáneo?

Gu Dexin es una figura clave del arte contemporáneo chino, conocido por sus provocativas instalaciones que exploran la decadencia, la impermanencia y la transformación material. Su obra desafía las normas sociales y ha influido significativamente en el arte contemporáneo chino.

¿Qué materiales suele utilizar Gu Dexin en sus instalaciones?

Gu utiliza con frecuencia materiales perecederos como fruta, carne cruda, grasa y partes de animales en sus instalaciones, permitiéndoles descomponerse con el tiempo. Esto enfatiza los temas de la decadencia y la impermanencia.

¿Cuál fue el significado de la exposición “China/Vanguardia” de Gu Dexin de 1989?

La exposición "China/Vanguardia" de 1989 marcó un hito en el arte contemporáneo chino. Marcó una de las primeras grandes muestras de arte de vanguardia en China y significó un alejamiento del arte socialista tradicional, con Gu presentando obras plásticas sopleteadas que desafiaban la transformación y la decadencia social.

¿Cuál es el significado de la instalación "2009.05.02" de Gu Dexin?

"2009.05.02" es la última exposición de Gu antes de retirarse en 2009. Incluía frases inquietantes como "HEMOS MATADO HUMANOS" y "HEMOS MATADO NIÑOS", creando un crudo comentario sobre la culpa colectiva y la violencia humana. Explora temas como la impermanencia y la responsabilidad de las acciones humanas.

¿Cómo incorporó Gu Dexin la crítica política en sus obras de arte?

Gu solía usar su arte como crítica al poder político. Por ejemplo, su obra de 1998, "Rastro de Existencia", se interpreta como un comentario político sobre el liderazgo chino, con cerebros de cerdo que simbolizan el liderazgo del Estado y resaltan temas de ocultación y deshumanización.

¿De qué trataba la instalación “Asiana” de Gu Dexin en la Bienal de Venecia de 1995?

La instalación "Asiana" de Gu, presentada en la Bienal de Venecia de 1995, transformó un palacio veneciano en una grotesca morgue con carne de res en descomposición en ataúdes transparentes. La pieza simbolizaba la fragilidad de la vida y la muerte, desafiando la percepción del espectador sobre la mortalidad y la responsabilidad humana.

¿Por qué Gu Dexin se retiró del mundo del arte en 2009?

Gu se retiró del mundo del arte tras su exposición del 2 de mayo de 2009, que encapsuló sus temas de decadencia, impermanencia y responsabilidad colectiva. Su decisión de retirarse marcó el fin de una era de arte intenso y confrontativo.

¿Dónde puedo encontrar las obras de Gu Dexin hoy en día?

Las obras de Gu Dexin se encuentran en importantes colecciones internacionales, como el Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York, el Museo Británico y el Centro Ullens de Arte Contemporáneo de Pekín. Su arte sigue siendo un elemento clave en el debate sobre las prácticas de vanguardia chinas contemporáneas.

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