Las notas de fin de curso (2022) Peinture par Ana Lorena Moledo

Cuándo era una chavalina y estaba en 2º curso de la C de M, me pasé todo el semestre en el pasillo, con mi inseparable pupitre. Quiero recordar el motivo, pero por mas que lo intento, no me viene ninguno a la memoria. Supongo que tenía que ser lo suficientemente grave, porque ya estamos hablando de todo el curso.
señor!...A ver... me decían que mala lo que se dice mala, no era.. entonces que demonios era..?
Bueno, pues como decía.. todo el curso prácticamente en el pasillo, eso sí, siempre cargando con mi inseparable pupitre a cuestas, me habían puesto justo al lado de la puerta de entrada al aula, y allá iba todos los días a la "no mi clase" casi siempre puntualmente.
Se rezaba el rosario enterito por megafonía dentro del aula y yo de pie junto con todas las demás, era un acto del que no me habían excluido, y me parecía una desfachatez ,una falta de respeto y coherencia con este castigo. O estoy dentro o estoy fuera, en que quedamos?
Pasaban las mañanas así que eran eternas, y claro, después de la primera semana estaba aburrida como un cefalópodo, y no se me ocurrió otra cosa que darme un garbeo por los percheros, por ser lo mas parecido a la raza humana y con los que pudiera hablar largo y tendido, pero claro, no contestaban , así que los comencé amontonar unos encima de otros sin dejarme ninguno, y la montaña era enorme, una montaña muy azul marino, así que me echo hacia atrás para ver la perspectiva y me gusta lo que veo, era alta y muy blandita ,cojo carrerilla y...patapuunnn, con los brazos abiertos mirando al techo.. Genial!!!así como cuatro o cinco veces, la última vez debió de ser estrepitosísima, porque a los cinco segundos estaba la madre Espiño, boquiabierta al ver tal panorama.., pos..no es pa tanto, digo yo, después de casi tres horas ahí solita y sin que nadie me pregunte nada, había que verla a ella en las mismas condiciones.. pero si era muy buena hombre, dada las circustancias..ni que decir tiene que derechita me llevó arrastrada de un brazo, a hablar con la madre Superiora, es decir "Sor Urraca"... y allí estaba yo en su reluciente despacho, que vaya "peaxo de despacho" tenía la Sor.. y guapa además, que no le faltaba detalle, pero mala como un demonio; nos miramos cara a cara un "Têtê a Têtê a duras penas sostenible, nos mediamos a pesar de la diferencia de edad.. que después de un larguísimo minuto sopesando el castigo, y en el que yo debí de cambiar como quinientas veces de postura, pero seguía milagrosamente en pie, me comunica que ya que tengo el semestre copado de castigos, me enchufa directamente el próximo curso bajo las mismas circunstancias y que no le dejo otra opción, a no ser que yo le demostrara mi radical cambio de aptitud, recordándome además el reciente capítulo de los patines en el perchero.. A lo que yo , como única pregunta le digo:
_ Me cambiará el pupitre Madre Sor "es que este ya me queda pequeño...
_Niña! no intentes reírte de mi, que nunca sé cuándo lo haces..!
Intenté decirle que casi todo el rato, pero como soy muy educada no se lo dije, por si acaso.
Tenía ya en el expediente una falta grave por haber dibujado una tía en pelotas, no era cuestión de arriesgarse. El dibujo es el dibujo, creo yo.
Lo curioso del pasillo, es que allí nadie me preguntaba nada, a nadie le preocupaba, nadie se extrañaba de nada, excepto yo.
Pasaban los días.. que por aquel entonces cada uno duraba como diez. Así que un buen día me colé en la clase de párvulos.. cual no sería mi sorpresa que fue el día mas feliz en muchísimo tiempo.
Aquella clase era como un parque en miniatura, toboganes y un montón de juegos didácticos, los críos no paraban de chillar y reír, tendrían entre tres y cuatro años, yo tenía 8 años.
Iba todos los días, y la "seño" que no era seglar ,me dejaba estar continuamente, de echo me pedía que los vigilara mientras ella iba hacer un no se que.. los peques ya me conocían.
Creo que se estableció un pacto de silencio entre la "seño" y yo, aunque sabía que la Sor Urraca, estaba al tanto, y debió de pensar que al ser una inútil en los estudios, al menos allí hacía algo de provecho, o al menos yo quería creerlo. Porque pensar otra cosa se me hacía muy triste..
Cierto día, antes de terminar el curso, me pidieron un trabajo escolar de gramática, me dijeron que tanto les había gustado que me concedieron dos estrellas de plata por la redacción. Las únicas que quite en toda mi vida escolar. Reconozco que fue un trabajo que me entusiasmó desde el principio, y lo hice con mucha ilusión, igual que los dibujos que me pidieron para un ejercicio de geografía.
Ya estábamos casi a finales de junio, pronto llegarían las vacaciones de verano y la gran noticia era que había pasado de curso.. increíblemente... y con mis dos preciadas estrellas.. Ja!
Continuará..

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