Dodano 18 mar 2003
Tras una primera etapa de búsqueda estilística, se decanta, atraído por la psicodélica de los años ´60, así como por la ilustración de los libros celtas, por su ansia de abigarramiento fantástico cercano a Dadd, hacia una pintura cuya idea constructiva busca el comienzo de la elaboración del cuadro sobre el cuadro figurativo, supuestamente finalizado. Lleva a cabo, por lo tanto, un juego que toma como base las premisas de la Gestalt, y la ilusión óptica que se deduce de la relación formal y cromática, dando como resultado un aparente "totus revolutus", pero cuyo equilibrio y armonía se logran por medio de la abstracción que se deduce del alejamiento de la visión del cuadro, así como de las micro historias que se van esclareciendo a medida que nos acercamos al mismo.A finales de los años´90, como ya he dicho, se produce un cambio derivado precisamente del desgranamiento de esas micro historias y paralelo a una transformación poética y vital, donde las formas se pulverizan, se difuminan, se esquematizan, donde la imagen figurativa no se pierde por completo y las estancias se llenan de simbolismo, de anécdota sensitiva, donde tienen cabida las texturas, en ese ámbito el cual los ojos encuentran un lugar para el reposo y la reflexión.