Dodano 27 paź 2012
El Tecnohiperrealismo, término de nueva acuñación para el léxico artístico, registrado y argumentado por Nadir M. García mediante el ensayo que lleva por título: “TECNOHIPERREALISMO, ARGUMENTACIÓN TEÓRICA”, editado en León (España) en el año 2007.
El lenguaje Tecnohiperrealista aporta al medio pictórico, tanto la utilización de unos elementos iconográficos o signos icónicos novedosos, como una composición y distribución de las diversas estructuras formales influidas por la tecnología visual contemporánea, siendo proclive de adecuación a las futuras. Es susceptible igualmente de la apoyatura, no imprescindible, ya que puede ser evocada, de la utilización de tecnología procesual en alguno de los pasos, que podríamos denominar protocolares, que se llevarán a cabo entre la preliminar concepción de la Idea, (esquematizada por medio del boceto) y la materialización definitiva de la obra pictórica, ejecutada en técnica clásica, a ser posible de óleo sobre lienzo, por sus más que demostradas condiciones de perdurabilidad, así como su más que evidente versatilidad expresiva y representacional. Por lo tanto, ya se van intuyendo, en este primer contacto con el Tecnohiperrealismo una serie de aportaciones a la Teoría del Arte abanderadas por una metodología novedosa, así como por el hecho de que nunca se había estabilizado la imagen de procedencia virtual: ventanas de Windows, barras de herramientas, etc, por medio de la técnica hiperrealista del óleo sobre lienzo, reutilizando los signos icónicos visuales de esa virtualidad intangible, para transformar la realidad aparente, con la finalidad de poderla reevaluar cognoscitivamente, mediante el guiño de la estética de la percepción (imágenes estabilizadas y tangibles del soporte pictórico) a la estética de la participación (imágenes intangibles de la pantalla interactiva). Esto último no deja de ser más que un mero ejemplo de contribución conceptual a la Estetica como disciplina, que se verá desarrollada junto a otras aportaciones en el cuerpo del escrito.
Por lo tanto, el Tecnohiperrealismo se presenta como un método compositivo novedoso, un lenguaje pictórico capaz de propiciar otros estilos, que puede abarcar todos los géneros, subgéneros, temáticas y tendencias posibles, sin dejar de ser fiel a sus principios, sacralizando la realidad aparente de los elementos objetuales y de las estructuras formales representadas, para alcanzar entre otros objetivos, una verdad ontológica y sensible de total contemporaneidad.