Añadido el 20 abr 2008
Despertar mientras todos andaban dormidos, aprovechando las penumbras restregadas en la tela que solo yo podía ver, intuyendo despacito las formas que atormentaban la oscuridad. Sacando los tonos de mi caja de colores y ataviando mis pinceles de la textura que yo soñaba.
Despertar cuando mis manos inquietas pedían inexplicablemente mi atención, una necesidad creativa que fue mitigando cada dolor tomando la vida sin ni siquiera respirar.
Fue entonces el despertar del sueño de los sueños, de los miles de colores que apabullantes asustaban tanto a mi razón.
Toda la expresividad omitida durante años afloraba ahora bajo mi piel, como una explosión acalorada de sensaciones nuevas, como un inmenso ventanal lleno de brisa capaz de azotar todo mi pulso loco e imparable. Despertar mientras aun tenía sueño para darle el sentido a un corazón que había navegado en solitario preguntando siempre el por qué de tanta búsqueda.
En definitiva es el despertar de un susto, de todos los miedos atemorizados en aquel rincón que un día sacrifiqué, ahora que estoy despierta voy a volar con mis alas impregnadas del amor por lo sentido, dejar que mis manos dominen la mente, y el tacto de aquellas viejas huellas me recuerden por siempre el caminar, sintiendo el principio como el aura mágica que me deposita hoy aquí.
Y ahora que de sobra se que he despertado, voy a llenar mi paleta de sueños y regalarme el sol en las mejillas desperezando la esperanza, creyendo en la posibilidad de la realidad amarraré el deseo a mis lienzos aprendiendo a escuchar tu voz, alentando los días y las noches para que me pierda entre las telas blancas saboreando la luz.
Ahora que estás en vela voy a mostrarte los sueños despiertos que tengo.