Huevo nº 1 de la serie escultórica "Huevos" (2019) Escultura de Tanya Klyat
La presentación de cuatro colores neutros
Los colores neutros como el blanco, el gris, el marrón y el negro tienen una larga historia en el arte, tanto en la pintura como en la escultura. El blanco, asociado con la pureza, la luz y la perfección, ha sido un tono central desde la antigüedad, especialmente en la escultura. Las obras creadas en mármol blanco, por ejemplo, no solo han influido en el concepto estético de belleza, sino que también han dado forma indeleblemente al curso del arte occidental, desde las civilizaciones clásicas hasta el Renacimiento y más allá.
El ejemplo más emblemático de ello es el “David” de Miguel Ángel, esculpido en mármol de Carrara, símbolo supremo de la perfección estética y el heroísmo. El artista toscano utilizó hábilmente la calidad del material para acentuar las formas anatómicas del cuerpo, creando un sorprendente contraste entre la dureza de la piedra y la aparente suavidad de la carne. Esta dualidad da vida a una visión suspendida entre la excelencia divina y la humana.
Sin embargo, en la pintura contemporánea, el blanco se utiliza a menudo para enfatizar espacios o crear contrastes, como se observa, por ejemplo, en el arte minimalista. En cuanto al diseño de interiores, incorporar obras de arte blancas a nuestros espacios puede, sin duda, ayudar a que un ambiente se sienta más luminoso y ordenado, características que son ideales tanto para ambientes modernos como para ambientes más clásicos o minimalistas.
"Enero gris" (2024) Pintura de Vladislav Zdor
"Abstracto, blanco y marrón" (2018) Pintura de Alessio Mariotto
En cuanto al gris, este color neutro, bastante sofisticado, es conocido por desempeñar un papel clave en algunas de las obras maestras de Gerhard Richter: pinturas sin tema, que representan la exploración máxima de la pintura como medio. De hecho, estas obras, aparentemente desprovistas de un motivo definido, se centran en la experimentación del medio expresivo para cuestionar la relación entre la pintura y la fotografía. El objetivo es comprender cómo la primera puede seguir existiendo sin depender de colores tradicionales o de un contenido figurativo explícito.
El marrón, un tono que evoca la tierra y la naturaleza, también ha jugado un papel central en el arte durante siglos. Si tomamos como ejemplo el período del Renacimiento y pensamos inmediatamente en Rembrandt, podemos ver cómo este tono se utilizó magistralmente para evocar profundidad e intensidad emocional, creando dramáticos contrastes de luz y sombra. Además, este color fue fundamental en las representaciones de la vida cotidiana y los paisajes, como lo demuestran las obras de Jean-François Millet, donde el marrón expresa una profunda conexión con la naturaleza y la vida rural. Por lo tanto, se hace evidente que la incorporación de obras de arte en estos tonos en un ambiente doméstico puede realzarlo, agregando calidez y una sensación de bienvenida, al tiempo que crea una atmósfera íntima que promueve una sensación de arraigo y bienestar.
Farbauftrag Nr.10 (2024) Pintura de Christoph Oberenzer
Por último, el negro, el color del misterio y la profundidad, se utiliza a menudo para añadir dramatismo y contraste en pinturas, esculturas y más. Esto es evidente en las obras de figuras icónicas de la historia del arte, como Caravaggio, que empleó hábilmente este color para crear un fuerte contraste entre la luz y la sombra, dando vida a un claroscuro emocional y tridimensional. Durante el período romántico, Francisco Goya también adoptó el negro con un poder inquietante, dando a sus obras un significado trágico y simbólico nunca antes visto. ¿Recuerdas "Saturno devorando a su hijo?" Por último, en el contexto del diseño de interiores, es bien sabido cómo el uso de pinturas y esculturas en estos tonos puede transformar un espacio: el negro no solo capta la atención, sino que también contribuye a crear una sensación de profundidad y sofisticación que es difícil de lograr con otros colores.
Para ilustrar el uso de estos colores en el arte contemporáneo en Artmajeur, podemos tomar como ejemplos las obras de Andrea Giorgi y Nataliia Sydorova para el blanco, Olamilekan Okunade y Roger Quesnel para el gris, Aleksandr Ilichev y Liquette-Gorbach para el marrón, y finalmente Alexandre Geoffroy y Roberto Barbuti para el negro.
Omnia vincit amor (blanco) (2019) Escultura de Andrea Giorgi
Blanco gris (2023) Pintura de di Nataliia Sydorova
Blanco: Una comparación entre pintura y escultura
Andrea Giorgi y Nataliia Sydorova, dos artistas contemporáneas de Artmajeur, exploran el poder del blanco en sus obras, aunque lo hacen de maneras completamente diferentes, cada una enriqueciendo este color neutro con la singularidad de su lenguaje artístico.
El escultor italiano utiliza el color blanco en su obra plástica “Omnia vincit amor ” , que, como sugiere el título, fue concebida para enfatizar el concepto del amor eterno. La figura masculina, caracterizada por grietas y partes faltantes que evocan el desgaste del tiempo, alude a la vulnerabilidad y resiliencia del amor. El blanco, por tanto, no es solo un color, sino una metáfora de la pureza y fragilidad del corazón humano, donde una pequeña figura femenina está esculpida dentro del pecho del protagonista. Este detalle sugiere que el amor es lo que llena y da forma silenciosamente al alma, pero sigue siendo eterno.
Por otro lado, la artista ucraniana Sydorova explora el blanco a través de un enfoque abstracto, probablemente “heredado” del lenguaje en capas de Gerhard Richter. Además, la obra, con su rica textura de tonos grises y blancos, pretendía crear un efecto casi monocromático, realzando y aumentando la profundidad y el movimiento de la visión. Estas mismas características fueron diseñadas para fomentar una sensación de calma e introspección en el espectador, donde el blanco enfatiza la superficie del lienzo, creando un espacio visual abierto y contemplativo.
Es evidente, entonces, que mientras Giorgi utiliza este color para transmitir emociones figurativas y representar conexiones humanas, Sydorova lo emplea de manera abstracta para potenciar la percepción espacial y el dinamismo de las superficies. En ambos casos, los artistas otorgan al blanco un papel central y simbólico, aunque con resultados estilísticos completamente diferentes.
La floración (2024) Pintura de Olamilekan Okunade
El viento sopla (2023) Pintura de Roger Quesnel
El Simbolismo del Gris
Los artistas Olamilekan Okunade y Roger Quesnel interpretan el gris a través de estilos y temas diferentes, aunque ambos lo utilizan para evocar reflexiones profundas y complejas. El pintor nigeriano emplea este color en "The Bloom", una obra concebida para aludir al proceso de fusión cultural, que se manifiesta particularmente en la institución del matrimonio. El uso del gris quiere representar la unión entre la tradición y la modernidad, así como entre los valores occidentales impuestos y la preservación de las raíces culturales africanas.
El típico vestido de novia occidental, junto con el ramo, simboliza la imposición generalizada de costumbres e ideales occidentales en los contextos culturales africanos. La novia, vestida de esta manera, se convierte en un emblema del conflicto y la fusión entre dos mundos, sugiriendo que, aunque el matrimonio conserva elementos tradicionales, está profundamente influenciado por la globalización. En resumen, el gris puede verse como un puente cromático entre la tradición africana y los símbolos del matrimonio en la cultura blanca occidental, expresando no sólo adaptación sino también resistencia cultural.
Por otro lado, el pintor canadiense utiliza el gris de una manera más "clásica", aprovechando sus matices para lograr un efecto atmosférico más realista, dramático y reflexivo. En "Windblown", inspirada en las nubes cargadas de lluvia arrastradas por el viento, el color se convierte en un vehículo para expresar estados de ánimo melancólicos y meditativos. Además, cabe señalar que el lienzo forma parte de una serie monocromática, donde el gris es protagonista en la creación de una conexión emocional entre la escena y el espectador.
Así, mientras que en "The Bloom" de Olamilekan Okunade el gris se convierte en símbolo de transición cultural, sugiriendo un compromiso debido a la imposición de normas externas, en la obra de Roger Quesnel se centra en la libertad. Estas sensaciones residen en el mismo movimiento de las nubes arrastradas por el viento, representaciones de la naturaleza autónoma y cambiante de las emociones y los recuerdos.
RETRATO MARRÓN (2022) Pintura de Aleksandr Ilichev
Viaje (2015) Escultura de Liquette-Gorbach
Brown: entre la psicología y el equilibrio natural
Aleksandr Ilichev y el dúo artístico Liquette-Gorbach han interpretado el marrón de manera figurativa dentro de sus respectivas disciplinas. El marrón, un color tradicionalmente asociado con la tierra, la estabilidad y la conexión con la naturaleza, adquiere significados únicos en sus obras. El pintor Ilichev, conocido por su uso del acrílico sobre lienzo para explorar la vida interior y la psicología humana, creó "Brown Portrait", una pintura casi "divisionista" que captura la esencia y las emociones del sujeto a través de capas de líneas, colores y texturas.
En este contexto, el color se utiliza de forma vibrante y dinámica: el rostro de la niña, cubierto de capas de pinceladas marrones y doradas, sugiere una vida interior compleja y una emotividad profunda, resaltada por una mirada penetrante diseñada para romper las barreras entre el sujeto y el espectador. Mientras que Ilichev utiliza la textura y los tonos marrones para impartir dramatismo e introspección al retrato, resaltando la vulnerabilidad y la fuerza del sujeto, el dúo artístico Liquette-Gorbach ha creado en cambio una escultura minimalista que evoca ligereza y paz mental. Su obra " Voyage ", realizada en madera exótica, refleja su fascinación por la sencillez y la expresión natural de los materiales. Además, el uso de la madera, junto con el tono marrón, proporciona una conexión adicional con la tierra: las vetas y la superficie pulida del material dan lugar a una forma escultórica que parece casi orgánica.
Queda claro, entonces, que a diferencia del planteamiento de Ilichev, donde el marrón sirve como vehículo de expresión emocional, Liquette-Gorbach utiliza este color para enfatizar la simplicidad y la serenidad, creando un objeto que invita a la contemplación y al equilibrio. De hecho, la escultura, con su forma redondeada y natural, transmite una sensación de tranquilidad, siendo el marrón un símbolo de estabilidad y continuidad.
Espejo negro roto (2024) Pintura de Alexandre Geoffroy
Rinoceronte (2015) Escultura de Roberto Barbuti
Negro entre lo abstracto y lo figurativo
Alexandre Geoffroy y Roberto Barbuti son dos artistas contemporáneos que exploran el uso del negro en sus obras de maneras profundamente diferentes: el pintor francés se centra en la luz y la profundidad a través del uso de negro brillante y materiales en relieve en sus obras abstractas, mientras que Roberto Barbuti utiliza el mismo color en terracota pintada para evocar la fuerza y la vitalidad de los animales inspirados en las pinturas rupestres del Paleolítico.
En detalle, en “Black Broken Mirror”, Alexandre Geoffroy utiliza el negro para explorar la luz y las sombras en una serie monocromática llamada “Pigments”. Esta obra se basa en una técnica innovadora que combina spray y yeso sobre lienzo, creando una superficie en relieve compuesta por miles de pequeños cuadrados. Estos cuadrados reflejan la luz y crean un efecto dinámico de sombras y reflejos, dando profundidad y movimiento al negro, que, dependiendo del ángulo y la luz, puede aparecer tanto mate como luminoso. Queda claro que para Geoffroy, este tono es un medio para explorar la oscuridad y el brillo juntos, capturando la interacción entre el material y la luz.
En cambio, “Rinoceronte” de Roberto Barbuti interpreta el negro como símbolo de fuerza primordial y vitalidad animal. El artista italiano, inspirado en las pinturas rupestres, esculpe la terracota con la técnica del “colombino”, creando figuras que conservan la esencia espiritual de la especie que representan. A pesar del uso de formas estilizadas y poco realistas, es importante destacar que sus esculturas de animales siguen siendo perfectamente reconocibles, exudando poder y presencia física. El negro, aplicado después de la cocción con pinturas al óleo, sirve para enfatizar la musculatura y la poderosa estructura del sujeto, dándole un aura de majestuosidad.
Es evidente que en “Black Broken Mirror”, Geoffroy utiliza el negro de forma abstracta, jugando con la luz y la sombra para crear profundidad y tridimensionalidad, con un juego visual que transforma el color en una experiencia dinámica y cambiante. En cambio, en “Rhino”, Barbuti utiliza el mismo tono para resaltar la fuerza física y primaria del animal, haciendo del color un símbolo de poder tangible y concreto. En ambos casos, el negro se vuelve esencial para transmitir intensidad y profundidad, pero con planteamientos estilísticos opuestos: uno abstracto y visualmente cambiante, el otro basado en la fisicalidad y la fuerza.