Catherine Toiron, fotógrafa apasionada desde su adolescencia, siempre ha considerado su cámara una amiga fiel que la acompaña allá donde va. Hoy ha convertido su pasión en una profesión, pero su verdadera identidad sigue siendo la de artista fotográfica.
Su enfoque artístico ha evolucionado a lo largo de los años hasta volverse cada vez más rico y complejo. En sus inicios, Catherine se sintió atraída por la magia de la luz al final del día, capturando paisajes y escenas de la naturaleza. Jugó con los colores cambiantes de flores, frutas y árboles con las estaciones, creando imágenes poéticas y vibrantes.
Hoy, su mirada artística se ha centrado en los sorprendentes contrastes de luz a plena luz del día en un contexto urbano. Se inspira en la arquitectura de las ciudades, explorando las líneas y curvas que ofrecen los edificios para crear fascinantes composiciones visuales. Catherine también tiene inclinación por añadir sutilmente personajes a estos entornos urbanos, integrándolos en sus planos sin revelarlos por completo. Le encanta explorar la soledad a través de su arte, pero también sabe capturar momentos de amistad, amor y conexión humana. Su trabajo a menudo prefiere el blanco y negro, añadiendo una dimensión atemporal y emocional a sus fotografías.
Catherine Toiron prospera en la soledad de su profesión como fotógrafa y se destaca por transmitir esta soledad a través de sus imágenes. Su capacidad para capturar la esencia de momentos y emociones en un entorno urbano la convierte en una artista fotográfica consumada y una observadora incomparable de la vida cotidiana.
