Lucy Varon

Desde mi años escolares, transcurridos en el Perú, país de mi nacimiento, he tenido una inclinación natural hacia el arte, la pintura y el color, pero lamentablemente tuve pocas oportunidades de desarrollarla ya que en mi entorno se daba más importancia a las ciencias y el arte rara vez era considerado como una carrera.



Mis estudios universitarios los comencé en Estados Unidos, en la especialidad de diseño textil, lo que me llevó a una gran decepción cuando me convencí de que el enfoque de una carrera técnica y no artística no era lo que me intereaba. Al poco tiempo me trasladé al New England School of Art, en Boston, escuela de arte y diseño en la que seguí la especialidad de diseño interior. Ahí llevé algunos cursos de arte y fotografía que fueron encaminando mi interés por esas materias.



Una vez que regresé al Perú entré a la academia de pintura de Félix Oliva, un destacado artista peruano muy selectivo con sus alumnos. Tuve la suerte y el honor de ser su alumna y discípula por ocho años. Con él fortalecí mis conocimientos técnicos y teóricos sobre arte; así aprendí a seleccionar frutas y verduras para los modelos de los bodegones y, también, la historia de la pintura peruana y universal.



Oliva me impulsó a realizar exposiciones individuales a pesar de mi relativamente corto recorrido en la pintura. Con su apoyo logré continuar mi carrera y al poco tiempo inauguré mi taller personal.



En la actualidad pinto con el grupo de artistas que se había agrupado bajo la tutela de Félix Oliva y que, luego de su muerte, hemos seguido trabajando en conjunto. Asimismo, trabajo en mi taller con la asesoría del pintor José Luis de la Barra.



En la pintura encuentro mucha satisfacción. Me gustan los colores y las formas que las transformo y fluyen a la tela con armonía y movimiento. Mis dibujos son espontáneos y libres en expresión, me interesa mucho el movimiento en combinación con las formas de colores.



Lucie

La elocuencia plástica de Lucie


El universo pictórico de Lucie Varón Géller (Lima, 1957) es original y engendra su propio mundo habitado por ondulantes y coloridas formas que parecen revolotear sobre el lienzo.



La obra de Lucie –nombre artístico de la pintora- es definitivamente figurativa, aunque por momentos adquiere matices de abstracción, gracias al juego de fragmentación de las formas y el expresivo manejo de colores.



Desde sus inicios las pinturas de la artista han sido una constante evocación de la naturaleza. Ella usa sus colores para crear ese sentido luminoso de la obra de arte donde los objetos -de preferencia las flores y las frutas- parecen flotar con ritmo.



El arte de Lucie se puede decir que es alegre, armonioso pero sobre todo de gran virtuosismo cromático. Sus colores parecen extraídos de la naturaleza pero retornan a ella enriquecidos gracias al buen manejo del óleo, su técnica preferida.



Admiradora del gran Matisse, Lucie ha logrado llegar a la presente producción -Armonía en naranja, En plena danza, Revoloteando, El cautivo, Infertilidad, son algunos de los títulos- conjugando una disciplinada formación con su constancia en la exploración plástica.



Pilar Flores

Periodista cultural